La Audiencia Nacional vuelve a procesar a Ricardo Currás y a la ex cúpula de Dia
La Audiencia Nacional vuelve a procesar al ex consejero delegado de Dia Ricardo Currás y a la ex cúpula de la compañía. En un auto al que ha tenido acceso ABC, la Fiscalía Anticorrupción señala al ex directivo de la cadena de supermercados por maquillar las cuentas con resultados de ejercicios anteriores para tapar el agujero financiero que estaba teniendo la compañía. Un agujero que acabó desvelándose en octubre de 2018, cuando Dia reexpresó sus cuentas, y que terminó con el hundimiento de la acción en Bolsa y la posterior compra del grupo por parte del empresario ruso Mikhail Fridman.
Este auto, al que tuvo acceso ABC, llega después de que el pasado mes de diciembre la Sala de lo Penal tumbase el procesamiento acordado por el juez Alejandro Abascal al no apreciar, contra su criterio, que las maniobras ejercidas por Currás y su equipo directivo (Amando Sánchez Falcón, Antonio Arranz, Luis Martínez y Juan Cubillo) fueran la única razón del descalabro de Dia. Tras revisar la resolución de acuerdo al criterio del tribunal, la Fiscalía volvió a pedir el fin de la instrucción y el juez Joaquín Gadea lo ha acordado. Se enfila la causa, de nuevo, hacia el banquillo.
En concreto, el juez ha completado la resolución inicial de manera que ha archivado la causa para uno de los consejeros de Día que estaba investigado,
Miguel Ángel Iglesias, cuya situación no quedaba clara en la resolución anterior
, y añade una descripción más exhaustiva a los delitos que se atribuyen a Currás. Los hechos siguen siendo los mismos así como los delitos que indiciariamente se atribuyen al ex consejero delegado y a los mencionados: un delito continuado de falsedad en las cuentas. La cadena figura como responsable civil subsidiaria.
En concreto, la Audiencia Nacional señala a Currás y sus directivos porque las cuentas del ejercicio 2017 no reflejaban con veracidad y exactitud la situación económica de la compañía y presentaban notables irregularidades contables. El punto de inflexión, el primer hecho relevante que comunicó la compañía en 2018, donde informaban de una reexpresión de las cuentas y de dos hitos que eran consecuencia de la misma «pues la rebaja en las estimaciones de resultados (profit warning) y el hecho de suspender la política de reparto de dividendos se motivó en las irregularidades contables detectadas».
Partidas de ejercicios anteriores
Se «arrastraban» dice el auto, «partidas de los ejercicios anteriores, por lo que, al reexpresar las cuentas, se mermaron los beneficios esperados del año en curso, al tiempo que al contabilizar correctamente, también se mermaron las previsiones de beneficios, todo lo cual impidió repartir dividendos».
«En tanto el hecho relevante del 22 de octubre de 2018, explicó más detalladamente el porqué de la reexpresión de las cuentas y sus implicaciones contables, lo que, de nuevo implicó una merma del valor de la acción», añade ahora el auto de procesamiento en lo relativo a los hechos por los que se procesa a Ricardo Currás.
Además, la Audiencia Nacional suma el daño ocasionado a los accionistas, tanto minoritarios como especialistas, los cuales perdieron la confianza en la compañía, que, a su juicio, «ya venía presentando una tendencia bajista en la cotización de sus acciones». Así, las comunicaciones de octubre de 2018 provocaron una caída de la acción del 42% y del 71%, respectivamente. Esto «provocó que muchos de ellos dieran órdenes de venta de sus acciones pese a que estas, habían bajado fuertemente en su cotización».