La aceituna negra española, víctima de la guerra de Trump
La guerra comercial de Trump tiene varios frentes abiertos, como la UE y China, entre los que ahora se encuentra también España. Y es que, tal y como anunció la Comisión de Comercio Internacional (ITC) de Estados Unidos el pasado 10 de julio, las importaciones de aceituna negra española suponen «una amenaza» para la industria de California, el mayor productor de este tipo en el país. Dicho y hecho. La resolución, votada a principios de mes, ha sido formalmente aprobada en Estados Unidos.
Esta resolución supone en la práctica la confirmación de casi un 35 % del arancel impuesto por el Departamento de Comercio, al que se enfrentan ahora los productores españoles, así como la amenaza generada por Estados Unidos a la Política Agraria Comunitaria (PAC), al considerar que las subvenciones que reciben los agricultores de aceituna de mesa no cumplen los requisitos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El sector en España, sin embargo, lo desmiente y el Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FEIA) considera que la imposición de estos aranceles cuestiona «la política de ayudas europeas a los agricultores, la PAC. De generalizarse esta situación, nos encontraríamos ante una importante amenaza para la competitividad de la industria española y europea», aseguró Mauricio García de Quevedo, director general de la FIAB, tras reunirse con representantes comerciales de la embajada de EE UU para expresarles su preocupación por los aranceles.
Desde la Unión Europea, por su parte, temen que esta imposición siente un precedente para la aprobación de futuros aranceles sobre otros productos, como el vino, el aceite de oliva o las conservas, los máximos exportadores de España en Estados Unidos y que cuentan en la actualidad con subvención europea, porque esta medida supone cuestionar el actual sistema de la PAC.
Temor a fuertes pérdidas
Por otro lado, el secretario general de Asociación de Exportadores e Industriales de la Aceituna de Mesa (Asemesa) insistió en que «la industria española hace una competencia justa por su alta eficiencia» y «los problemas del sector californiano se deben a otras causas. El sector va a luchar por el mercado norteamericano con todos los medios a su alcance, incluidos los recursos que correspondan», añadió.
Estados Unidos es un mercado estratégico para este sector y para la industria de alimentación y bebidas española, cuya imposición ya provocó la caída del 42% en las exportaciones a EE UU en el primer trimestre de este año y su venta podría caer un 80%, según cálculos de Asemesa, si se mantienen estos impuestos. El sector cuantifica las pérdidas en 700 millones de euros.
Los productores españoles de aceituna negra se preparan ahora para afrontar la esta subida con la incertidumbre también por parte del sector alimentario a que la nueva imposición comercial de Trump se extienda a otros productos «Made in Spain» y bajar sustancialmente sus ventas por la subida de precios.
Source: The PPP Economy