Japón pone sobre la mesa 245.000 millones para reactivar su economía


Ni las facilidades al crédito ni los incentivos fiscales. Nada logra sacar a Japón del terreno deflacionista y los recursos públicos se agotan. La nueva estrategia del primer ministro Shinzo Abe ha sido la puesta en marcha de un nuevo paquete de estímulos por valor de 246.770 millones de euros (28,1 billones de yenes). El objetivo principal es apuntalar los logros conseguidos con el ‘Abenomics’, el programa económico implementado por el Ejecutivo desde 2012 para incentivar el consumo e incrementar los precios. El Gobierno central y los regionales se harán cargo de una inversión directa de 65.609 millones, junto a otra partida presupuestaria adicional de 34.991 millones. El resto del paquete de medidas se financiará a través del programa estatal de préstamos e inversiones fiscales, cuya aportación no se incluye dentro de los presupuestos generales.

Más allá de reactivar la economía, el objetivo de Shinzo Abe es mucho más ambicioso. Con la puesta en marcha de este nuevo plan, el primer ministro espera poder mejorar los servicios e infraestructuras de los sectores turístico y agrícola, mitigar los efectos de Brexit en las empresas locales y hacer frente al alarmante envejecimiento de la población. «Buscamos un crecimiento económico sostenible liderado por la demanda privada», señaló Abe en declaraciones a la agencia japonesa Kyodo. La distribución de las partidas refleja claramente cuales son las prioridades del Ejectivo nipón para los próximos años: casi 29.858 millones para afrontar los desafíos demográficos, 54.448 millones dedicados a infraestructuras, 11.416 millones destinados a contener los efectos adversos del Brexit o 23.706 millones para pérdidas por desastres naturales. El Gobierno espera que esta nueva inversión pública contribuya al crecimiento del PIB japonés en un 1,3% durante los dos próximos años. El nuevo plan se suma al reciente anuncio del Banco de Japón sobre la ampliación de sus medidas de estímulo cuantitativo. Sin embargo, el anuncio no ha impedido que lo bonos gubernamentales anotaran su peor sesión de los últimos tres años ante el miedo a una nueva compra masiva por parte de la entidad central. El nuevo programa será remitido al Parlamento en septiembre para su votación en sesión extraordinaria. Otro de los puntos a debatir será la propuesta del Ejecutivo a retrasar la subida del IVA hasta octubre de 2019.

Source: The PPP Economy

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