Indra se desploma un 12,3% desde la intervención del Gobierno para cambiar de presidente
El mercado continúa castigando el movimiento del Gobierno para sacar a Fernando Abril-Martorell y colocar a Marc Murtra en la presidencia de Indra. Las acciones de la compañía han caído hoy un 4,8% en el Ibex 35, el mismo día en que ha trascendido el nombre del nuevo dirigente. Una cifra que, sumada a la del viernes pasado, supone un desplome del 12,3% respecto al precio de cierre del jueves. Sus títulos han cerrado en 7,165 euros, frente a los 8,17 de hace cuatro días.
La empresa se vio forzada a emitir el viernes un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para confirmar que el Ejecutivo, a través de la SEPI, había propuesto el cese de Abril-Martorell, con quien habían tenido varios encontronazos. La realidad es que el Estado es el primer dueño del grupo con más del 18% del capital social; en el consejo de administración cuenta con dos consejeros dominicales.
Fuentes de la SEPI señalaron hace tres días que «en la compañía se abre una nueva etapa llena de oportunidades en sectores clave para el país que por su alto contenido tecnológico pueden contribuir en primera línea a la reactivación económica». Esa etapa estará liderada por Murtra, una persona vinculada en su día al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Con esta decisión de La Moncloa se pone el punto y final a un mandato de seis años de Abril-Martorell, que tuvo que acometer una profunda reestructuración al poco de llegar al cargo y que ha mantenido un perfil bajo valorado por el gobierno del Partido Popular primero y por el del Partido Socialista después. Pero sus últimas desaveniencias con la SEPI -sobre todo, por el ambicioso ajuste de empleo que quería acometer y su negativa a pujar por ITP Aero- le han terminado costando el puesto. Aun así, todavía no se ha oficializado ni su salida ni su relevo.
Murtra, por su parte, además de haber formado parte del Ejecutivo de Zapatero ha estado siempre vinculado al PSC, lo que supone un salto evidente en la politización de la presidencia del grupo tecnológico y de infraestructuras.
Por lo pronto, los inversores no han valorado bien el movimiento, y hay gestoras y analistas que ya han rebajado sus recomendaciones de compra para Indra. Incluso, hay quien critica de manera implícita la politización del grupo, algo que se había logrado esquivar con Abril-Martorell y que estaba bien tenido en cuenta por el mercado, según fuentes financieras.