Garamendi pulsa hoy a la cúpula de CEOE sobre las líneas rojas de la reforma laboral


La CEOE reunirá hoy a su comité ejecutivo en una cita que servirá a su presidente, Antonio Garamendi, para pulsar el ánimo de los altos cargos de la patronal y establecer claramente las líneas rojas de la reforma laboral. La cita es importante en clave interna, pues se produce después de que CEOE presentara su propio documento en la mesa de negociación, en un movimiento que, aunque dio sus frutos, pilló por sorpresa a parte de la cúpula. La respuesta del Gobierno llegó días después en forma de cesiones en aspectos clave relacionados con la temporalidad, por lo que ahora Garamendi espera obtener una postura clara de sus altos mandos para afrontar los últimos compases de la negociación manteniendo la unidad interna.

La fecha límite, marcada en rojo a finales de este año, se acerca y, aunque las negociaciones para lograr un acuerdo en torno a una nueva reforma laboral avanzan, las posiciones entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos siguen distantes. Una de las reformas clave de la legislatura tiene aún aspectos importantes que desbloquear en cuanto a temporalidad y negociación colectiva y deberán comenzar a diluirse o, por el contrario, cristalizar definitivamente. En el calendario del Ejecutivo se maneja el consejo de ministros del día 28, un día antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acuda al Congreso a hacer su blanace anual, si bien no se descarta mover esta fecha en aras de conseguir el acuerdo.

El presidente de CEOE ha dejado claro que el acuerdo no está ni mucho menos hecho. «Si es para mejorar estaremos, pero si no es buena, diremos que no», dijo el martes a su llegada a un desayuno informativo del secretario general de CC.OO., Unai Sordo. Garamendi defendió que su organización está dispuesta a hablar de cómo mejorar ciertos aspectos del mercado laboral aunque ha defendido la legislación que hizo el Gobierno del PP en 2012. «Antes había 3,5 millones de personas en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y ahora hay menos de 150.000, y las cosas se están recuperando. Será porque había una ley, unas normas, que han valido para que esto pase», aseguró.

Los sindicatos también han querido rebajar el optimismo del Gobierno, descartando incluso la posibilidad de una acuerdo bipartito, como ocurrió con el mecanismo de equidad intergeneracional de las pensiones. Según el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, las conversaciones están «en un momento clave» y aunque la negociación está «avanzada», «no está garantizado que vaya a haber un acuerdo tripartito» y ni siquiera «entre el Gobierno y los sindicatos». Para Sordo, «si no se modifica la prevalencia de los convenios y se recupera la ultraactividad, no habrá acuerdo con los sindicatos».

En la misma línea se ha mostrado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien ha pedido premura para cerrar ya el acuerdo, de forma que la semana que viene pudiera redactarse ya el texto definitivo. «Eso debería ser lo normal. No tiene sentido alargarlo. No necesitamos más tiempo, dar más tiempo es volver a discutir sobre lo mismo, y no hay necesidad, todos sabemos ya lo que pensamos. Esta semana podemos concluir esa primera fase y entrar en esa segunda fase la que viene, que sería la de redactar los textos, cosa que no va a ser nada fácil», ha señalado.

Mensaje de ERC y Bildu: «La reforma no se aprueba sola»

Comienza a complicarse también el terreno parlamentario. Dos de los socios habituales del Ejecutivo, ERC y EH-Bildu han mostrado hoy su inquietud por el hecho de que la patronal esté consiguiendo licuar el contenido de la reforma y han exigido a la vicepresidenta, Yolanda Díaz, que les pongan al día del estado de las negociaciones. Los 18 votos que suman ambas formaciones son decisivas para asegurar la mayoría en el Congreso, aspecto que tanmbién han puesto ambas en valor.

«Tenemos la sospecha de que se están diluyendo aspectos importantísimos de la derogación, partes muy lesivas de la reforma laboral, para que entre la patronal», ha aseverado Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso tras alertar de que «un voto tan importante como el de ERC se debería negociar y no se está haciendo». Por su parte, Bildu ha exigido la comparecencia urgente de Yolanda Díaz para que dé cuenta de los avances en su negociación y ha recordado que su reforma «no se aprueba sola».

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