Fulgurante despegue del transporte alternativo en España
Basta un simple paseo por Madrid para comprobar hasta que punto la tecnología está transformado la movilidad urbana. Nunca antes los habitantes de la capital habían tenido una oferta semejante de servicios de transporte a su disposición. Desde aplicaciones para solicitar coches con conductor hasta vehículos eléctricos que se pueden alquilar desde el móvil, además de los clásicos taxis y el siempre presente transporte público. Todo con un único objetivo: reducir la presencia de vehículos particulares en el centro de la ciudad y limitar la contaminación. «El efecto sobre la movilidad de una oferta más variada y versátil es el de generar un incentivo para que más usuarios decidan dejar el vehículo particular en sus casa y opten por sistemas multimodales, que combinan desplazamientos realizados en diversos medios públicos y privados», explica por correo electrónico Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información en IE Business School.
El primero de estos servicios en llegar a nuestro país fue Cabify. Esta start-up, fundada por un grupo de emprendedores españoles, comenzó a operar en 2011 y desde entonces su evolución sólo ha sido ascendente. Más mercados, más usuarios y más conductores. Presente en 23 ciudades de cinco países diferentes, en su mayoría de América Latina –de donde procede un 80% de su negocio–, la aplicación empieza a formar parte de los hábitos diarios de miles de españoles. «Estamos muy satisfechos con la evolución del negocio en España. Llevamos dos años y medio creciendo a un ritmo del 20% mensual», apunta Juan de la Torre, director de Marketing y Ventas de Cabify España.
Nuevos horizontes
Por el momento, la start-up opera en 17 ciudades españolas y sólo en tres de ellas (Madrid, Valencia y Málaga) a pleno rendimiento, pero en los planes de la empresa está extender sus servicios a otras urbes en los próximos meses. Sobre todo después de que el pasado 20 de abril la competidora de Uber captara 105 millones de euros en una ronda de financiación liderada por la japonesa Rakuten, uno de los grandes grupos internacionales de comercio electrónico y contenidos digitales. En total, la compañía ya supera los 280 millones de euros de valoración. «Vamos a seguir abriendo ciudades en la Península. De hecho, la última inyección de capital va ligada a una expansión bastante grande por España y América Latina», asegura De la Torre.
Pero los de Cabify no son los únicos vehículos con chófer que circulan por las ciudades españolas. La norteamericana Uber, que hace un par de meses anunció su vuelta a España después de un desembarco polémico, también quiere su parte del pastel. En 2014, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid prohibió, a petición de la Asociación Madrileña del Taxi, la actividad de la start-up al considerar su servicio de transporte entre particulares como competencia desleal. La compañía tuvo que reinventarse y optar por el «modelo Cabify» de conductores con licencias VTC, que sí permiten transportar pasajeros.
Una vez capeado el temporal legislativo, los vehículos de Uber ya circulan con normalidad por las calles de Madrid, la única ciudad en la que está presente por el momento, y donde aseguran «el servicio ha tenido una gran acogida». Entre los planes de la start-up, explican fuentes de la compañía, está expandir su actividad a más urbes españolas siempre y cuando la ley lo permita. «Nuestra voluntad es extender el servicio a otras ciudades. Sin embargo, a corto plazo no están previstos nuevos lanzamientos porque el número de licencias VTC disponibles es muy limitado». Y es que la actual legislación, aprobada a finales del año pasado, establece que por cada 30 taxis sólo pueda existir una licencia VTC, lo que limita la expansión del servicio. «En grandes ciudades como Barcelona o Valencia, el número de licencias es tan restringido que, si no cambia la ley, la operativa de Uber va a ser muy difícil», señalan.
Sostenibilidad
Otra alternativa de movilidad que comienza a calar entre los usuarios españoles es Car2go. La empresa de «car-sharing», propiedad del grupo Daimler-Mercedes Benz, lanzó el pasado mes de noviembre su servicio en la capital con una flota de 150 vehículos eléctricos. La gran acogida que han tenido entre los usuarios ha desbordado las previsiones de la compañía y ha obligado a reforzar la flota con otros 350 coches.
En total, son ya 500 los Smart blancos con franjas azules que se pueden alquilar desde el móvil para cubrir los desplazamientos por la almendra central de la capital. Para Orazio Corva, «location manager» de Car2go en Madrid, la evolución del servicio en estos siete meses «ha sido fenomenal y muy rápida» y ha situado a Madrid como «la ciudad del mundo donde más se usan los vehículos de Car2go en el día a día».
«El éxito de Car2go en Madrid, que es para la compañía la ciudad con mejores resultados de las 30 en las que se encuentra, se debe a una tormenta perfecta de factores: por un lado, se presentó en un momento de elevada contaminación que acrecentaba la sensibilidad de los usuarios por este tipo de alternativas. Por otro, acababa de llegar una nueva corporación municipal con una alcaldesa, Manuela Carmena, que hacía un gran énfasis en las alternativas de movilidad centradas en la sostenibilidad», explica Enrique Dans.
Todo ello ha contribuido a que actualmente sean ya más de 60.000 los usuarios que recurren a la flota de Car2go de forma habitual para cubrir sus desplazamientos por la ciudad. Un éxito que, además de reforzar la estrategia de la empresa, que ya prevé ampliar el servicio a otras zonas de la capital, está ayudando a transformar los hábitos de los ciudadanos madrileños. «Car2go está facilitando un cambio cultural que reduzca el uso del vehículo particular en la movilidad urbana», destaca Corva. Algo fundamental, en opinión del profesor del IE, en un momento en que «cada vez más ciudades están optando o bien por dificultar el uso del vehículo particular o bien por prohibirlo en determinadas áreas».
CLAVES
Movilidad sostenible. El objetivo común que comparten empresas como Uber, Cabify y Car2go es el de reducir la presencia de vehículos privados en las grandes ciudades y limitar la contaminación.
Car2go triunfa en Madrid. La capital madrileña es la ciudad del mundo donde más rápido ha crecido la demanda de los vehículos eléctricos de la compañía de car-sharing.
Cabify se expande. Tras la ronda de inversión de 105 millones de euros liderada por Rakuten, la start-up española prevé impulsar su expansión por España y América Latina.
Uber se reinventa. Después de un primer desembarco fallido en España, la aplicación ha comenzado a operar en Madrid siguiendo el «modelo Cabify» de conductores con licencia VTC.
Source: The PPP Economy