Frenos al crecimiento


Viento en popa, pero no a toda vela. Aunque parece que el PIB desbordará las previsiones del Gobierno y crecerá por encima del 2,9% en 2016, y pese a que ningún análisis augure un frenazo a corto plazo de la economía española, empiezan a aflorar algunos síntomas de agotamiento que reducirán el ritmo de crecimiento y supondrán un punto de inflexión.

Tras el sorprendente brío que demostró en el arranque de año, impertérrito ante los desconcertantes resultados de las urnas, el avance interanual sería del 2,95% incluso si se redujera al 0,4% en los dos próximos trimestres, según cálculos realizados por LA RAZÓN. De mantenerse el ritmo actual, en 2016 crecería al 3,25%. Sin embargo, lejos de que el tercer trimestre se prevea bueno gracias a la histórica campaña turística de verano, de las últimas estimaciones efectuadas por el Ministerio de Economía se desprende que el crecimiento este año será del 2,9% y en 2017, del 2,3%.

España crece más del doble que una eurozona atónita, en puerto muerto. El PIB avanzó en 2015 un 3,2%, y de entre todos los desarrollados nuestro país será el que más crecerá este año, sólo superado por Estados Unidos. En el segundo trimestre de 2016, la economía española registró un avance trimestral del 0,8%. Pero el crecimiento empieza a perder fuelle y las alarmas no tardarán en sonar.

Barreras

Más allá de solucionar el bloqueo político, uno de los principales retos a los que se enfrenta la economía española es al de crecer con menos gasto público. De hecho, éste se postula como el mayor freno por el momento. Hoy en día, el gasto de las administraciones públicas crece 1,7 puntos menos que hace un año, aunque algunos expertos señalan que el dato más significativo es la desaceleración del consumo privado. Es más, hay quien asegura que es necesario que el consumo público caiga, aun a sabiendas de que se puede llevar por delante una o dos décimas de crecimiento del PIB, que serían compensadas con el empujón del sector exterior.

El consumo privado ya avanza a su menor ritmo de los últimos trimestres y experimentará un retroceso del 0,7% hasta 2017. «Tanto el menor gasto público como el consumo serán los causantes de la reducción del crecimiento español». Manuel Hidalgo, profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, explica que mientras que el consumo de las familias crecerá a menor ritmo, el gasto público ya se contrae. Por ello, y «porque todos los componentes de la demanda, salvo de momento el sector exterior, crecen a menor ritmo que en los trimestres anteriores y no se espera una reacción al alza», piensa que España no crecerá más del 3% interanual.

El constreñimiento de la demanda interna será uno de los factores que más presionarán a la baja el crecimiento. No obstante, Carlos Fernández, analista de XTB, asevera que los ajustes exigidos por Europa tienen su principal exponente en el gasto de las Administraciones Públicas, que continúa su caída desde el año pasado y supone un importante lastre. «Si en 2015 representaba un 2,7%, en 2017 se espera que sea un 0,9%». En cualquier caso, «las tensiones que originó el Brexit han generado una incertidumbre que provocará caídas generalizadas en el crecimiento de toda Europa», agrega Fernández.

Source: The PPP Economy