Febrero aligera el desempleo
Después de los malos datos arrojados durante el mes de enero donde el mercado laboral sufrió, como sigue siendo habitual, un duro varapalo, creciendo en 63 mil parados, parece que el mes de febrero nos da un pequeño respiro, reduciéndose el número de desempleados en más de 6 mil personas. Este dato es un dato que empeora levemente los arrojados en 2017, donde se redujo el número de parados en más de 9 mil personas, pero que mejora los datos de los últimos 8 años, donde el paro aumentó en 50 mil personas de media.
Como datos más relevantes, me gustaría destacar el considerable aumento que se ha producido en el número de cotizantes a la Seguridad Social, aumentándose en más de 81 mil cotizantes, dejando el número total de desempleados en 3.470.248 y el de cotizantes a la Seguridad Social en 18.363.514.
Por sectores, destacamos especialmente la construcción y la industria, (además, por supuesto, del sector servicios) donde el paro se redujo en 4 mil personas de media, recuperando ambos, de forma gradual, el lugar que les corresponde dentro de nuestro tejido productivo.
Observamos cómo hasta mediados de 2017 había factores externos que suponían vientos de cola para el crecimiento económico y el empleo, pero algunos de estos factores, con el paso del tiempo, se han convertido en vientos frontales: el encarecimiento de la energía, la inflación (aumento del 2% con salarios estancados y caída del consumo y, por tanto, del empleo), la disminución de la confianza de los consumidores y, por supuesto, la inestabilidad política (problemas con Cataluña y aprobación de los presupuestos generales), etc., pero, a pesar de todo lo anterior, el mercado de trabajo se sigue manteniendo y el empleo sigue mejorando, aunque con una leve desaceleración de los últimos meses.
Quizá el peor dato de los recibidos en el mes de febrero ha sido el aumento del empleo juvenil, que creció en un 3,1%. Después de unos años en los que el empleo juvenil se ha reducido de forma notable, no podemos bajar la guardia y debemos seguir luchando por capacitar lo mejor posible a este colectivo y dar facilidades a los empleadores para incentivar su contratación.
En el otro lado de la moneda (aparte del aumento de los cotizantes a la Seguridad Social) tenemos el crecimiento de los contratos indefinidos; cuya cifra suele rondar el 8% y donde este mes se ha conseguido elevar al 11,2% del total y que aumente en un 6,5%, con respecto a febrero de 2017. Observaremos cómo a medida que se vaya reduciendo el nivel de desempleo, los contratos indefinidos irán ganando peso, ya que el empresario necesitará fidelizar al trabajador y para evitar su marcha, una de las medidas fundamentales será la modalidad de contratación.
Desde mi punto de vista, para evitar que en los próximos meses la ralentización en la creación de empleo se consolide, debemos trabajar en algunos frentes: rebajas en la cotizaciones sociales que nos hagan ganar competitividad, mejorar los recursos de las oficinas de empleo público para que realmente canalicen ofertas de empleo (no olvidemos que apenas el 2% de las contrataciones pasan por estas oficinas), reformas en las políticas activas de empleo que consigan insertar laboralmente de forma prioritaria a jóvenes y desempleados de larga duración, la lucha firme contra el empleo sumergido y la temporalidad abusiva y, por supuesto, mantener el crecimiento de nuestro Producto Interior Bruto, ya que no debemos olvidar la directa relación existente entre el crecimiento del PIB y la creación de empleo.
En cualquier caso, y como viene siendo habitual, el mes de marzo será un mes extraordinario para el empleo. El adelanto de la Semana Santa y el gran momento que vive nuestro sector turístico serán claves para el alza de las contrataciones. Veremos cómo se da el pistoletazo de salida a la temporada alta del empleo, que se alargará hasta el mes de agosto; pero asistiremos (espero equivocarme) a que el día 31 de agosto se destruyan 300 mil contratos.
Por último, y de acuerdo con la evolución de estos dos primeros meses, esperamos finalizar el año con la creación de 350 mil puestos de trabajo, dejando la tasa de desempleo por debajo del 15%. Pero debemos seguir trabajando e introduciendo reformas para recuperar los cerca de 2 millones de empleos que nos faltan para llegar al escenario del que gozábamos previo a la crisis.
* Carlos Martínez es presidente del IMF Business School
Source: The PPP Economy