ETF, el elemento de moda de la gestión pasiva


Los fondos cotizados, conocidos por sus siglas ETF, son la herramienta de gestión pasiva perfecta para tomar posiciones en la revolución sostenible. Su popularidad ha aumentado progresivamente en los últimos años hasta convertirse en una «constante» en la operativa diaria de los inversores tradicionales, según Gonzalo Pradas, director de Openbank Wealth. A esta tendencia se suma el creciente interés por los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG), un segmento al que dan acceso los ETF que replican índices que siguen parámetros sostenibles. «Al menos el 50% de los nuevos lanzamientos de ETF en Europa este año tienen alguna característica ASG», explica Sergio Ríos, gestor en Imantia Capital. Los ETF con criterios ASG en todo el mundo suman 325.000 millones de dólares en activos bajo gestión, aproximadamente un 14% de la cantidad total invertida en ETF, según un estudio de TrackInsight.

Los ETF (exchange-trade fund, en inglés) son instrumentos híbridos entre los fondos y las acciones. Se trata de un fondo que cotiza en Bolsa, por lo que se puede comprar y vender dependiendo del precio que tengan en cada momento. En general son fondos indexados, esto significa que su política de inversión consiste en replicar el comportamiento de un índice de referencia como puede ser el Ibex 35 o índices que sigan criterios ASG como el S&P 500 ESG. «La inversión socialmente responsable, es compatible con la gestión pasiva. Se pueden asignar sus activos a estrategias más sostenibles, utilizando los índices que existen», explica Pradas.

Las ventajas de estos instrumentos son la diversificación, la liquidez y los bajos costes de transacción, entre otras. Al replicar un índice, tienen una gran diversificación. Se pueden comprar y vender en tiempo real, mientras que sus comisiones son bajas en comparación con otros productos. Otra ventaja es su transparencia, ya que existe mucha información sobre el índice que replican. Pero la fiscalidad es el gran inconveniente al que se enfrentan los ETF en España. «No tienen el incentivo fiscal de poder hacer traspasos entre ellos sin tener que pagar impuestos», como sí ocurre con los fondos, explica Pradas.

«Son un instrumento muy utilizado en la parte institucional, mientras que a nivel particular sólo lo emplean quienes tienes ciertas nociones de inversión», dice Ríos, de Imantia, quien ve en los ETF una herramienta muy flexible para poder entrar posiciones de manera rápida y eficaz.

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