¿Está cualquiera capacitado para emprender?
Es un hecho. Emprender está de moda. Y también se ha convertido para muchos casi en una necesidad o una vía más de ganarse la vida. Los despidos masivos, la crisis, el paro, la falta de trabajo por cuenta ajena, salarios ridículos y condiciones laborales precarias… han impulsado a no pocos españoles a probar fortuna emprendiendo, a crear su propia empresa pequeña o unipersonal, su mini-proyecto emprendedor, de forma online o también offline, en solitario o juntándose con socios con objetivos similares.
A día de hoy, mires por donde mires, estamos rodeados de cursos, talleres y charlas dedicadas al emprendimiento. Cada vez se crean más másters, tanto universitarios como no reglados, enfocados a ayudar al emprendedor a idear, planificar, lanzar y desarrollar su proyecto con éxito.
Han surgido numerosos gurús del emprendimiento, pero también personas normales que han conseguido triunfar como emprendedores y nos lo cuentan a través de conferencias, blogs, publican libros e imparten cursos, de forma presencial y a distancia. Despedir a tu jefe se ha convertido en el lema del siglo XXI en España y se está dando una verdadera fiebre alrededor de este fenómeno social y profesional.
Pero las estadísticas hablan por sí solas: el 60% de empresas desaparecen en el primer año de vida, sobreviviendo tan sólo 4 de cada 10 empresas a los 5 años de creación. Las razones del cierre de empresas pueden ser muchas, y una de esas razones es la persona que está detrás de su empresa: el emprendedor.
La pregunta es: ¿valemos todos para emprender? ¿O unos tienen más capacidad que otros? ¿Es algo innato o se trata de una habilidad que se puede adquirir? Y sobre todo: si quiero emprender, ¿cómo sé si estoy realmente preparado para ello?
A nivel personal puedo decir que yo siempre he creído que no valía para emprender. Hasta que me di cuenta de que se trataba únicamente de mi creencia. Si creo que no valgo, por lo que me han dicho, he oído, he aprendido, incluso basándome en mis propias emociones y experiencia, entonces pienso que emprender no es para mí.
Siempre fui una chica tímida, con miedo a destacar o a equivocarse. Llevaba una vida predecible, sencilla, sin grandes ambiciones. Un trabajo por cuenta ajena de 9 a 6, un salario ajustado que me permitía cubrir mis gastos.
Afortunadamente tras leer libros y blogs especializados en el tema, así como formarme en temas de desarrollo personal y coaching, pude llegar a la conclusión de que cualquiera es capaz de emprender, si realmente se lo propone. Aunque nadie te garantiza el éxito. Esto es algo que ni las empresas más grandes pueden saber. Y además si te atienes a las estadísticas, es más probable que fracases.
Pero si te ha picado el gusanillo del emprendimiento, ese supuesto paraíso en el que eres tu propio jefe, cuando trabajas en cualquier momento y desde cualquier lugar (como yo ahora mismo, en la terraza de un hotel o en la cafetería de un aeropuerto, mientras escribo estas líneas), quiero compartir contigo algunas claves de lo que según mi experiencia como emprendedora y blogger supone emprender.
#1 CONFIANZA
Tener una autoestima sana es el primer paso para emprender. Si no te valoras, si sientes que no vales o no mereces tener éxito, dudarás de ti mismo y por tanto de tu proyecto, y esto lo percibirán tus potenciales clientes, por lo que ellos tampoco confiarán en ti.
Si no crees en ti, los miedos y emociones desagradables estarán a la orden del día. Y créeme, un emprendedor vive muchas veces rodeado de incógnitas, incomprensión de su entorno y tendrá que enfrentarse día tras día a sus propias emociones y miedos. Aprender a manejar las emociones y generar pensamientos positivos es un aspecto clave cuando emprendes.
#2 RESILIENCIA
Emprender no es fácil. Te vas a tener que enfrentar a numerosas dificultades en tu día a día: rechazos, clientes que no llegan, tener que hacerlo todo por tu cuenta cuando empiezas, desconoces cómo funciona la burocracia, te falta organizarte y planificar tu trabajo, necesitas formación constante para poder salir adelante, aliados, socios, colaboradores, y un largo etcétera. Necesitarás desarrollar lo que en coaching mencionamos mucho: la resiliencia. Ser capaz de superar dificultades de forma exitosa.
3# PASIÓN Y TALENTO
Sin estas dos cualidades no es fácil emprender, especialmente cuando tú eres tu propia empresa, o lo que en el mundo del emprendimiento se llama tu marca personal. Tu pasión te ayudará a persistir en momentos difíciles, a ir a por todas, a vivir en plenitud este proceso nada complicado al principio. El talento te permitirá desarrollar tu trabajo con calidad y te ayudará a ser más eficiente. Si sólo emprendes por cuestiones económicas, puede que tengas suerte y te salga bien, pero en momentos difíciles va a ser tu pasión la que te permita mantenerte ilusionado y no desistir.
4# DETERMINACIÓN Y CONSTANCIA
Se trata de tener muy claro lo que quieres lograr e ir a por ello. Tener presentes tu meta final y objetivos intermedios. Ser capaz de tener suficiente disciplina para no dispersarte, no alejarte de tus objetivos. Tener una estrategia y organización de tu trabajo y mantener el foco en lo que es realmente importante para tu proyecto como emprendedor. Si careces de esas cualidades, es posible que tu rendimiento no sea el más óptimo y te cueste llegar a tus metas.
5# HUMILDAD
El éxito normalmente no llega de la noche a la mañana. Los golpes de suerte no está a la orden del día. Vas a tener que llegar a tus metas paso a paso. Reconocer tus errores y aceptar que otros tal vez sepan más que tú, especialmente cuando empiezas. La humildad se infravalora muchas veces en el mundo empresarial, pues vemos a la competencia como una amenaza y por tanto creemos que debemos demostrar ser los mejores. Humildad es ir poco a poco, es enfrentarse a tus miedos y emociones desagradables, reconocer que no eres más que otros y aceptar que puedes equivocarte en el camino, porque seguramente lo vas a hacer. Nadie nace sabiendo y equivocarse es algo natural.
6# GENEROSIDAD
Para recibir, primero tienes que dar. Cuando empiezas un proyecto emprendedor, muchas veces trabajarás gratis. A mí me está pasando y a mucha gente que empieza también. Si quieres que la gente te conozca, confíe en ti y por ende, compre tus productos o servicios, primero debes ofrecerles algo de mucho valor y calidad. No pienses sólo en la parte económica de tu proyecto, aprende a dar para luego recibir. Cuando los demás vean que eres generoso y te conozcan por lo que ofreces,
7# PACIENCIA
Una de las cualidades más relevantes para ser emprendedor, desde mi punto de vista, es tener la santa paciencia. Y es que muchos abandonan cuando ven que los resultados no llegan. En el mejor de los casos, se desesperan y aparece la frustración. Como decía en el punto anterior, ser capaces de esperar de forma prolongada, dar antes de recibir, trabajar gratis o ver que no consigues los resultados deseados, es una cualidad que todo emprendedor debería desarrollar. Pero en la vida real ocurre muchas veces que cuando emprendemos, deseamos obtener frutos cuanto antes y si no vemos recompensa a nuestro trabajo, perdemos la ilusión y las ganas de seguir haciendo nuestro trabajo.
8# FORMACIÓN CONTINUA
Marketing, estrategia, ventas, publicidad, logística, copywriting, nuevas tecnologías, redes sociales, temas burocráticos y administrativos… Un emprendedor cuando empieza su proyecto suele hacerse cargo de numerosas actividades casi a la vez, puesto que no tiene la capacidad económica de delegar en otros o de subcontratar a especialistas.
La clave está en seguir formándose y no quedarse en un punto, creyendo que has alcanzado tus propósitos. Un emprendedor siempre quiere más: es curioso por naturaleza, se forma continuamente, lee mucho, acude a conferencias y eventos, está en constante evolución y aprendizaje.
9# AMBICIÓN
El querer más y no conformarse nos lleva a una de las características más importantes para un emprendedor: la ambición. Pero no la ambición desmedida, que muchos solemos confundir con codicia o querer triunfar a costa de cualquier cosa, sino una ambición vista de forma positiva, en su justa medida. Y es que la ambición es necesaria para alcanzar metas, así como fijar objetivos nuevos. Siempre es bueno imaginar metas más amplias y retadoras, incluso que vayan más allá de tus posibilidades actuales, es decir: pensar a lo grande, pero sin obsesionarse por ello.
Éstas son, a grandes rasgos y en mi opinión, algunas de las claves que un emprendedor debería tener. ¿Valemos todos para emprender? Como coach de carrera, tengo una profunda convicción de que cualquier persona que desee realmente emprender, puede hacerlo, pues todos tenemos dentro un gran potencial que si nos ponemos a ello, podemos desarrollar.
Si eres emprendedor o tienes interés por emprender, quiero invitarte a una charla-taller de la que formo parte este jueves 29 de octubre en Majadahonda (Madrid). Junto a otras profesionales de psicología, arte dramático, acupuntura y asesoría de imagen, trataremos el tema de la imagen del emprendedor: tanto interna como externa. Ofreceremos claves para que cada emprendedor aprenda a ser más consciente de su imagen potenciándola y logre combatir el estrés, transmitir seguridad, empatía y confianza en el desempeño de sus retos diarios.
La charla/taller tendrá lugar en el Centro de Coworking de la Asociación Emprende con Sentido en Majadahonda (Madrid). En este link puedes acceder al programa y apuntarte de forma totalmente gratuita.
Source: The PPP Economy