Empresas comprometidas para alcanzar los objetivos de París
La demanda mundial de energía se redujo en un -4,5% en 2020 y las emisiones globales de carbono derivadas del uso de energía lo hicieron en un -6,3%; los mayores descensos desde la Segunda Guerra Mundial, según los datos del bp Statistical of World Energy 2021, el estudio de referencia con los principales datos de los mercados energéticos a nivel mundial.
Aunque sin duda se trata de cifras positivas, estas caídas se debieron en gran medida al descenso de la actividad coincidiendo con los confinamientos derivados de la pandemia, y que aún quedan lejos del objetivo marcado.
Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, las emisiones mundiales deben reducirse mucho más rápido; concretamente, un 7,6% cada año entre 2020 y 2030 para estar en camino de limitar el calentamiento a 1,5ºC.
España no ha sido ajena a la caída de la demanda de energía, y tanto el consumo de energía primaria (-11,4%) como las emisiones de CO2 (-18,9%) se desplomaron a niveles históricos en 2020. Pese al descenso de su consumo, el petróleo se mantuvo a la cabeza del mix, representando el 44,4%, mientras que la participación del carbón fue residual (1,4%).
Independientemente de las circunstancias, estas tendencias son lo que el mundo necesita en su recuperación tras la pandemia, especialmente, en su transición hacia las cero emisiones netas: por un lado, un fuerte crecimiento de las energías renovables que desplace a los combustibles fósiles y, por otro lado, la implicación de todos los sectores productivos e intensivos en el uso energético para convertirse en empresas más verdes y sostenibles. Para definir a estas empresas, bp ha acuñado el término greening companies: empresas que no son bajas en emisiones de carbono en la actualidad, pero con planes trazables y creíbles para transformarse y volverse más sostenibles.
Trabajo por delante
Las caídas en la demanda de energía y las emisiones de carbono reflejadas en el último bp Statistical of World Energy 2021 son obviamente impactantes. Pero esa tasa de disminución es similar a lo que el mundo necesita promediar anualmente durante los próximos 30 años para mantenerse en la senda de los objetivos climáticos de París.
Más específicamente, si las emisiones de carbono se redujeran en la misma tasa promedio que el año pasado durante los próximos 30 años, las emisiones globales de carbono se reducirían en alrededor de un 85% para 2050.
“A pesar de los retos a los que se ha enfrentado el sector energético durante los últimos 70 años, los desafíos a los que tendrá que hacer frente en los próximos 10, 20 o 30 años son sin duda más significativos. Así, para alcanzar la neutralidad climática, el nivel de ambición mostrado por los países y las empresas debe traducirse en un descenso significativo y sostenido de las emisiones y, en esta línea, todos los agentes sociales, desde las empresas hasta los gobiernos y los consumidores, desempeñan un papel esencial para conseguirlo”, explica Spencer Dale, economista jefe de bp.
Desde los Acuerdos de París, más de un centenar de países ya se han comprometido a ser neutrales en emisiones de carbono para el año 2050 o antes, lo que requerirá una drástica reducción de lo que se está emitiendo actualmente. En esta tarea las empresas juegan un papel fundamental, al tratarse de los principales actores que han de implementar las regulaciones impuestas por los gobiernos en materia de reducción de emisiones. Ante el escenario climático actual, muchas ya se adelantan a las legislaciones nacionales avanzando con paso firme hacia lo establecido en París. En este sentido, destaca la activa transformación que están experimentando las compañías energéticas que, con claros planes de descarbonización, están virando a gran ritmo hacia las energías renovables; apoyando de manera consistente el despliegue de infraestructuras para el uso de hidrógeno y reduciendo paulatinamente la producción de petróleo y gas.
Más renovables
Los confinamientos del pasado año en todo el mundo tuvieron un enorme impacto en los mercados energéticos, particularmente en el petróleo, cuya demanda relacionada con el transporte cayó de forma aplastante.
Pero resulta alentador que 2020 también haya sido el año en que la participación de las energías renovables en la generación de energía mundial registró el aumento más rápido de su historia, un crecimiento producido en gran medida a expensas de la generación a carbón. Estas tendencias son exactamente lo que el mundo necesita ver en su transición hacia las cero emisiones netas: un fuerte crecimiento de las energías renovables que desplace al carbón.
Las energías renovables son la fuente de energía de más rápido crecimiento de la historia. Pero, aunque el consumo total de energía renovable ha crecido un 300% a nivel mundial en los últimos 10 años, hoy en día sólo representan el 5% de la demanda total de energía mundial.
El mundo necesita más empresas verdes para cumplir los objetivos de París. Sin embargo, las empresas de esta naturaleza son demasiado pocas y, en la mayoría de los casos, demasiado pequeñas para tener un impacto a la escala y el ritmo necesario, y no es posible crear y hacer crecer suficientes empresas verdes con la rapidez necesaria para resolver la crisis climática.
Por eso es imprescindible contar con las empresas que están en el centro del sistema energético. Alrededor del 70% de las emisiones mundiales proceden del consumo de energía en la industria, el transporte y el propio sector energético. Por tanto, cumplir los objetivos de París pasa, ineludiblemente, por transformar estos sectores.
Una apuesta sostenible