«El sector náutico español está en la cresta de la ola de la recuperación»


El sector de la náutica de recreo es el que mejor refleja la línea de flotación de la economía. Después de que las ventas de embarcaciones se precipitaran a partir de 2008, desde 2013 el rumbo fue ascendente, y durante la pandemia ha sido uno de los sectores que más ha crecido. El Salón Náutico de Barcelona, que se celebrará del 12 al 17 de octubre, tiene como uno de sus principales objetivos popularizar el interés por el mar.

–¿La náutica está en España en la cresta de la ola de la recuperación?

–La pandemia ha generado una crisis asimétrica y mientras el turismo ha ido para abajo, la náutica ha ido para arriba. Las matriculaciones de embarcaciones han crecido hasta septiembre un 13% con respecto a 2019 y más de un 30% con respecto a 2020. Está claro que la pandemia ha beneficiado a la náutica y el sector está subido a la ola de la recuperación.

–¿A qué es debido?

–La gente lleva un par de años ahorrando, y el que quiere un barco compra una ilusión. La pandemia ha obligado a estar aislado y no poder viajar. Por eso, tener una pequeña embarcación es una buena solución para la familia.

–¿Es un cambio de tendencia o estamos ante una burbuja coyuntural?

–Está para quedarse porque es ocio seguro y una alternativa turística en contacto con la naturaleza. La flota náutica española son solo 200.000 embarcaciones. Estamos en una ola de crecimiento, pero queda mucho recorrido hasta recuperar los niveles de 2008. La náutica va con la economía, y si todos los pronósticos indican que en 2022 y 2023 se va a producir la recuperación, la náutica acompañará.

–¿Este estirón ha sido gracias al mercado de chárter, que hace asequible esta modalidad de ocio?

–El chárter ha ayudado muchísimo porque son embarcaciones nuevas y las puedes manejar sin capitán. Los primeros compradores de barcos son los que los alquilan y así empujan el crecimiento del sector.

–¿Tanta demanda ha sumido al sector en una crisis de stocks?

–La pandemia ha paralizado los astilleros. Ahora, los plazos de entrega son largos, también porque los componentes electrónicos que configuran los barcos tardan en servirse, como ocurre con los coches. Si quieres comprar un barco, hazlo ya o te pones en la cola. Porque ante el aumento de la demanda no hay producto, y de segunda mano tampoco. Si te esperas a pedirlo a finales de año te lo entregarán en 2023.

–¿Cómo afianzar este viento favorable?

–Ya íbamos creciendo hasta 2008, cuando vino la crisis financiera. La caída fue grande y ahora estamos en fase de recuperación, no tanto de afianzar. La ventaja es que cada día es más complicado viajar y con barco no lo es. Por ejemplo, yo he ido este verano navegando a Grecia y no he tenido ningún problema.

–¿Qué objetivos tiene el salón?

–Tenemos la obligación de popularizar la náutica, porque no es verdad que sea elitista, ya que hoy en día puedes alquilar un velero por 900 euros al día para 3 parejas, o un fuera borda por 200 euros al día. El 90% de los barcos españoles tienen menos de 8 metros, entre otras razones porque la orografía de nuestras cosas es de calitas pequeñas.

–¿Son tendencia los barcos que extienden de día una especie de alas para disfrutar de grandes terrazas y plataformas?

–Eso es para tomar el sol. Igual que los niños buscan adrenalina y velocidad, la pareja busca algún sitio donde tomar el sol. La sostenibilidad y la electrificación son tendencias mucho más destacadas en la náutica en estos momentos.

–El 90% de las embarcaciones españolas de recreo son de menos de 8 metros de eslora. ¿El tamaño importa?

–España es el único país que, además del IVA, añade un impuesto del 12% de matriculación para los barcos de más de 8 metros. El Gobierno debe de tener en cuenta que no solo compran barcos los ricos, sino todo tipo de usuarios e incluso pequeños negocios. Como mínimo, los barcos no contaminantes, como los veleros o los eléctricos, no deberían gravarse tanto, porque quien no quiere pagar más va a Francia o a Italia a comprarlo.

–¿Con 8.000 km de costa, en qué falla España para tener tan poca afición náutica?

–Efectivamente, tenemos una media de 4,2 embarcaciones por cada mil habitantes, la mitad que Reino Unido y seis veces menor que Croacia, que es un país muy alargado y lleno de islas, como los nórdicos. Además, los gobiernos de esos países han ayudado a potenciar la náutica y sus astilleros, como ha hecho Italia.

–¿Hay más titulaciones y licencias?

–Cada año, se sacan titulación más de 50.000 personas. Eso quiere decir que hay afición y ganas, porque ha desaparecido el miedo a navegar, ya que las tecnologías han facilitado todo. Por ejemplo, con el móvil puedes manejar desde la popa el rumbo y todos los parámetros. Se empieza normalmente alquilando un barco, luego te compras uno pequeño y si le coges el tranquillo, compras otro un poco más grande.

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