El secreto de la sostenibilidad en la moda se esconde en la piña


El recorrido de la emprendedora española Carmen Hijosa, nacida en Asturias y residente en el Reino Unido, comenzó en 2011 al presentar una solicitud de patente, antes de fundar Ananas Anam como startup en 2013, para lanzar Piñatex. Crear un tejido natural (cuero) a partir de fibra de hoja residual de piña fue su apuesta por la innovación y la sostenibilidad. Forjó parte de su formación en el Royal College of Art en Londres (sección de Diseño), para continuar con la cofundación de la empresa de fabricación de cuero de lujo Chesneau Leather Goods en 1977 (con clientes como Harrods) y desempeños como la consultoría de diseño textil del Banco Mundial en Filipinas.

El ‘efecto WOW’ llegó al valorar la fortaleza y flexibilidad de las hojas de la piña, usadas en Filipinas durante 300 años para confeccionar tejidos hechos a mano… «¿Qué pasa si hago una malla con ellas? ¿Será muy diferente al cuero?»… Así comenzó un proceso de investigación y desarrollo durante 12 años para replicar la malla de fibras de colágeno del cuero: más estudios en el sector textil, establecer una empresa, refinanciar su casa para seguir investigando y completar su doctorado…

Ahora, la Oficina Europea de Patentes (EPO) ha anunciado su candidatura en la categoría SMEs (PYMES) del European Inventor Award 2021 por este desarrollo. Como ha declarado António Campinos, presidente de la EPO, al anunciar los finalistas de este año (se conceden el 17 de junio): «La solicitud de patente de Hijosa la ha ayudado a proteger su invento y a llevarlo al mercado a través de una empresa con un impacto social positivo y un bajo impacto ambiental».

Presente y futuro

¿Por qué ha tardado tanto este reconocimiento concreto a una idea ya implantada por 3.000 empresas en más de 80 países? Hijosa explica las claves del proceloso mundo de las patentes: «El proceso inicial puede tardar de uno a tres años, y hay que añadir información, ya que patentar es muy importante para proteger los derechos de propiedad intelectual… hasta 2018 no tuve la aceptación final en la Unión Europea, EE.UU., Filipinas, China, etc.». Contar con la prioridad comercial (el ‘prior art’) avala la carrera comercial de una idea o producto, vías para obtener fondos y diversas ayudas.

Su proceso de internacionalización consolida en estos momentos la ruta española: «Hace un año, constituimos oficialmente la compañía en España, donde crearemos una planta de producción y un centro de distribución internacional (Filipinas es el centro de referencia para Asia)».

Una propuesta en tiempos de sostenibilidad, apoyado en una alternativa a la producción convencional de cuero de vaca (muchos recursos para criar ganado para el matadero, tratamientos químicos, precarias condiciones laborales en países en vías de desarrollo, etc.). Supone, además, un ingreso adicional para los trabajadores de la cosecha local de piñas en Filipinas, gracias a un recurso desechable: los diez principales países productores de piña crean suficientes hojas como para reemplazar potencialmente más del 50% de la producción mundial de cuero.

La candidatura es un nuevo reconocimiento (como, por ejemplo, sucedió con el Premio Cartier) a esta idea, que ha surcado con éxito las diversas etapas de la creación y proyección de una startup: «Contamos con la ayuda del Royal College of Art, con experiencia en muchas patentes y una eficiente ‘incubadora’. Capital semilla, asesoría financiera y científica, ayuda para comunicación y relaciones públicas… ».

Todo un recorrido… ¿rentable y productivo además de sostenible?: «Mi invento enseña muy claramente que hay que mirar hacia los residuos agrícolas. La sostenibilidad es el presente y el futuro. Tenemos que mantener una cadena de suministro responsable, apoyada por la investigación. Nada resistirá la fuerza del cambio». Su proyecto se puede apoyar en la votación para el Premio Popular en la página de la Oficina Europea de Patentes

Source: Noticias

GrupoUnetcom