El recibo de la luz costará en enero, de media, 18 euros más que hace un año


El recibo medio de electricidad se ha disparado un 29% en el mes de enero con respecto al mismo mes del año pasado, encareciendo en más de 18 euros la factura con respecto a la de enero de 2016, según datos recogidos por Europa Press a partir del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En concreto, la factura media para un consumidor medio ha ascendido este mes a 81,22 euros por el recibo de la luz, frente a los 62,9 euros de enero del año pasado.

El importe de 81,22 euros de la factura de enero se desglosa a razón de 14,88 euros por el término fijo, 3,26 euros por los impuestos eléctricos, 14,1 euros por el IVA y 48,98 euros por el consumo, apartado en el que se registra el mayor incremento debido a que el precio mayorista de la electricidad se ha duplicado con respecto a enero del año pasado. En enero de 2016, el coste del consumo en la factura ascendió a 34,29 euros.

Con respecto al pasado mes de diciembre, el incremento en el recibo de la luz es del 9,6%, encadenando así su noveno mes consecutivo de subidas.

La factura de la luz arrancó el año 2016 con importantes caídas en los meses de enero (10,6%), febrero (6,5%), marzo (0,4%) y abril (3,1%). Sin embargo, a partir de mayo cambio de tendencia para entrar en una espiral alcista.

Esta tendencia al alza en los precios se ha disparado en este mes de enero, marcado por los picos en el precio de la electricidad, después de que la ola de frío en la segunda quincena del mes llevara a marcar, uno tras otro, los registros más elevados desde diciembre de 2013, cuando las subidas en el mercado mayorista llevaron al Gobierno a suspender el anterior sistema de subasta eléctrica (Cesur) y sustituirlo por el actual, en el que el precio regulado dejaba de consistir en una referencia trimestral y quedaba vinculado al precio de cada hora en el mercado.

El mercado se ha visto afectado en este invierno por el efecto acumulativo de varias circunstancias, entre las que figuran, además del aumento de la demanda y la ola de frío, la exportación a Francia por la indisponibilidad nuclear y una reducción en las aportaciones de agua, cuya participación se ha visto reducida y se realiza a un coste mayor, afectando al precio.

Además, la tendencia alcista del precio de los combustibles fósiles, especialmente importante en el caso del gas tras la cancelación de suministros a Europa desde Argelia, ha incrementado los costes de producción de las centrales de carbón y gas.

Source: The PPP Economy

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