El Gobierno español propone a la UE intervenir el mercado eléctrico y fijar un precio límite del gas natural
El Gobierno mantiene su ofensiva para lograr que la Comisión Europea acepte tomar «medidas excepcionales» en el mercado de la electricidad y ha elevado hoy una propuesta al Consejo de Ministros de Energía extraordinario que se reúne en Luxemburgo y que según fuentes oficiales fue elaborada ayer mismo. A ese consejo no asiste la vicepresidenta y ministra del ramo, Teresas Ribera, sino que le sustituye la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen Muñoz, que tiene que hacer frente a la oposición de nueve países, encabezados por Alemania, que han firmado una carta diciendo exactamente lo contrario, que no son partidarios de interferir en el mercado. El hecho de que no participe la ministra en persona, debilita mucho la posición que defiende España. Oficialmente, Teresa Ribera tenía que aprobar en Madrid las medidas concretas para intentar ayudar a los consumidores más vulnerables.
La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha dicho a su entrada que estudiarán todas las propuestas y las distintas opiniones de los países, pero descartó completamente cualquier decisión brusca que pudiera intervenir a corto plazo.
El «non paper», como se conocen en la UE este tipo de propuestas, enviado por España a última hora plantea la posibilidad de desacoplar los precios del mercado de la electricidad y fijar un precio límite del gas natural. «En situaciones excepcionales, se debe permitir a los Estados miembros adaptar la formación del precio de la electricidad a sus situaciones específicas», señala el texto, en referencia al mix energético de cada país, sus recursos y el nivel de sus interconexiones con otros países, que en el caso de España se limitan a Portugal.
El plan español propone que debido a las «circunstancias extraordinarias», en lugar de la señal del precio marginal puro (contaminado por los picos en los precios del gas), el precio de la electricidad se obtendría como un precio promedio con referencia al costo de las tecnologías limpias «inframarginales» (particularmente las renovables). La Comisión sostiene que eso significaría retrasar la transición a las energías renovables y alargar la dependencia de suministradores externos.
La carta carta conjunta de Alemania, Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Estonia, Finlandia, Irlanda, Letonia y Holanda afirma, al contrario, que los gobiernos de estos países «no podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior del gas y la electricidad, por ejemplo, una reforma ‘ad hoc’ del mercado mayorista de la electricidad». La comisaria Simson dijo al entrar en la reunión que esperaba escuchar las propuestas de todos los ministros pero que de lo que estaban tratando es de «medidas a medio plazo, lo que significa también que debemos empezar a actuar ahora, porque los resultados se verán en los años próximos, no estamos hablando de semanas o de meses».