El Gobierno entierra en una montaña de cifras su fracaso en la ejecución de los fondos europeos


El Gobierno, una vez más, vuelve a vender que todo va bien con los fondos europeos. Mucha cifra optimista, mucha promesa para 2022, pero poco o nada de autocrítica sobre el pasado y el presente. Decenas de miles de millones de euros que se movilizarían este año a la economía española, aunque las lagunas sobre lo que está ocurriendo son cada vez mayores.

Fuentes del Gobierno señalan que en el primer semestre de 2022 se inyectarán en la economía 24.600 millones de euros. De ellos, unos 22.000 millones son fondos correspondientes a este año y otros 2.600 millones correspondientes al pasado y que no pudieron canalizarse. Siempre utilizando el lenguaje del Ejecutivo, porque sobre ejecución real, nada de nada.

A fecha de 29 de enero, se habían sacado 534 convocatorias por más de 19.700 millones. De ellas, 325 corresponden a la Administración General del Estado (AGE) por importe de 16.700 millones y el resto a las comunidades autónomas. Del total, hay 303 convocatorias que ya están cerradas (adjudicadas o en fase de adjudicación) por 5.200 millones de euros, y quedan 187 más de la AGE que están abiertas por unos 7.700 millones.

Ahora bien, ¿cuánto de ello está ya en la economía real? Es una incógnita. Fuentes gubernamentales reconocen que las cifras no están en su poder: «No tenemos los datos del proceso», afirman, al tiempo que señalan que están trabajando en ello y comunicarán la ejecución real de los fondos europeos cuando los tengan. Según publicó ABC hace algunos días, el montante ascendería a entre 1.300 y 1.500 millones, menos del 7% del dinero que había autorizado al cierre de 2021. Así las cosas, la luz sobre la gestión se pierde en los 5.200 millones en convocatorias cerradas que el Gobierno dice que hay ya.

En el Ejecutivo tampoco saben qué impacto ha tenido el dinero comunitario sobre el PIB hasta la fecha. Se limitan a señalar que «ya están teniendo efectos económicos» a la vista de los datos de empleo (EPA y afiliación) y de inversión en el cuarto trimestre. Asimismo, explican que el impacto positivo de los fondos europeos no solo se basa en las transferencias puras del dinero, sino en el efecto multiplicador que las convocatorias generan y que también hay que tener cuenta para calcular su aportación al PIB.

La intención del Gobierno es poder acelerar en la ejecución en este 2022 y que la mayoría de esos 24.600 millones llegue a la economía real, esto es, las empresas, a lo largo del año. Con todo, también tiran de cautela: «Son estimaciones y no son ciencia exacta». En otras palabras, que lo que hoy son 24.600 millones luego puede ser la mitad, un tercio o un cuarto, o todo lo contrario.

Hablan incluso de «velocidad de crucero» y avanzan que los Perte (los proyectos estratégicos) por fin deberían entrar en funcionamiento este año. En el Gobierno citan expresamente los del vehículo eléctrico, el sanitario y el de renovables, que pronto verán salir sus convocatorias.

 

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