El G-20 busca en Venecia un acuerdo histórico sobre el impuesto del 15% a las multinacionales


Los 20 países más grandes del planeta tienen previsto dar vía libre al impuesto del 15% a las multinacionales durante la cumbre que mantienen este viernes y el sábado en una Venecia blindada y con retorno de turistas, bajo la presidencia italiana del G-20.

La llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca fue decisiva para impulsar la reforma de un impuesto a las multinacionales, demostrando una vez más que toda decisión o iniciativa de Estados Unidos suele tener repercusión también en el resto del mundo.

La secretaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha trabajado para lograr un acuerdo entre 130 países, que representan el 90% del Producto Interior Bruto mundial. Entre ellos se peleaban sobre la iniciativa de un “impuesto mínimo global” para aplicarlo a los beneficios de las empresas que operan en el exterior. Con ello se quiere evitar que las multinacionales, sobre todo los colosos como Google, Amazon, Facebook y Apple, especialmente beneficiadas con la pandemia del Covid-19, sigan pagando cantidades irrisorias de impuestos, sin ninguna proporción con sus grandes beneficios.

Se pretende que ese “impuesto mínimo global” sea al menos de un 15% sobre los beneficios de las multinacionales, aunque se discute la posibilidad de fijar una cuota algo más alta (al principio la secretaria del Tesoro Janet había fijado un 21%, encontrando la fuerte oposición de los republicanos y objeciones en muchos países). Esa tasa planetaria tendrán que pagarla desde el 2023 si las multinacionales superan los 20.000 millones de euros de facturación global. Cuando entre en vigor este impuesto, tendría que desaparecer, según solicita Estados Unidos, la “web tax”, es decir las tasas digitales que desde hace poco cobran algunos países, como España, Francia e Italia a las grandes multinacionales: Facebook, Apple, Google, Amazon, Apple y otras.

Según cálculos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el “impuesto mínimo global” podría generar ingresos añadidos a los países por valor de 150.000 millones de euros. Estados Unidos espera ingresar en sus arcas públicas unos 25.000 millones de euros al año. Italia podría recaudar entre 6.500 y 8.500 millones de euros. Se trata de cantidades muy superiores a las que ahora se ingresan por la “tax web”, que en el caso de Italia permitirá ingresar en este año 590 millones de euros.

Oposición de algunos países

No ha sido fácil llegar a este acuerdo, que será sin duda histórico. En total hay nueve países de 139 que todavía se resisten: tres europeos -Irlanda, Hungría y Estonia-, además de Barbados, San Vicente y las Granadinas, Sri Lanka, Nigeria y Kenia. En algunos de ellos se han «escondido» las multinacionales. Google y Facebook, por ejemplo, han tenido sede en Irlanda pagando el 12,5% de impuestos, pero sin abonar tasas donde vendían y facturaban sus propios servicios. Muy llamativo también es el caso de Hungría , cuyo primer ministro, Viktor Orbán, bajó los impuestos desde el 19% al 9% para atraer inversiones internacionales y puede poner obstáculos en la negociación europea, donde se requiere la unanimidad. El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, ya ha advertido que “también los países que son contrarios tendrán que adaptarse al nuevo acuerdo”.

Lucha contra la corrupción y paraísos fiscales

Precisamente, para los debates de la cumbre en Venecia la secretaria del Tesoro ha planteado la necesidad de combatir la corrupción nacional e internacional que se ampara en paraísos fiscales. La lucha contra esa corrupción es definida por el presidente estadounidense, Joe Biden, como “un interés vital para la seguridad de Estados Unidos”. Hay que tener en cuenta que los tesoros ocultos que tienen las multinacionales en paraísos fiscales equivalen al Producto Interior Bruto (PIB) de un país como Italia. Desde Jersey hasta Holanda, las grandes corporaciones han acumulado más de 2 billones de dólares en ganancias evitando pagar impuestos. Cada año se mueven 700.000 millones de dólares para evitar las tasas, según datos del Fisco de Estados Unidos, en marzo de 2021.

Recuperación tras la pandemia

En la agenda del G-20 hay otros temas de interés. Un capítulo relevante en el debate de los ministros de finanzas sobre el crecimiento económico y la campaña de vacunación contra el Covid, fundamental para la recuperación tras la pandemia. El mensaje de la secretaria de Estado estadounidense en Venecia es muy fuerte: Hay que seguir con grandes inversiones públicas para estimular la economía. Janet Yellen ha instado en la cumbre a no retirar prematuramente las intervenciones en apoyo de las economías. Bruselas está de acuerdo en que las necesidades de la recuperación tienen prioridad, por encima de los temores que suscitan algunas subidas de precios con repercusión en la inflación, sobre todo en un momento en que aumentan las desigualdades sociales a causa de la pandemia.

Estas diferencias en la recuperación económica han sido subrayadas por la directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva: «La recuperación global -dijo- está en línea con las proyecciones de un crecimiento del 6% este año, liderado por Estados Unidos y China. Sin embargo, muchas economías están más rezagadas».

En la agenda de Venecia está también el debate sobre el clima. Hay acuerdo en principio sobre el daño causado por el calentamiento global, pero los líderes del G-20 todavía luchan por encontrar un acuerdo sobre cómo combatirlo. Con Biden, Estados Unidos ha recuperado la centralidad en el debate, perdida con la presidencia de Donald Trump. Europa sigue su agenda «verde», pero preocupa especialmente China, que sigue siendo el mayor contaminador del planeta.

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