El frenazo reformista, un "boomerang" contra España


El aviso de la agencia de calificación crediticia Moody’s, que el viernes alertó sobre el impacto del probable frenazo en el ritmo reformista de España, sólo es uno más de una larga lista de advertencias internacionales. Tanto el FMI como el Banco Mundial y la OCDE llevan meses pidiendo nuevos cambios para la economía de nuestro país. A pesar del optimismo generalizado del Gobierno en funciones, y tal y como señalan a continuación los expertos consultados por LA RAZÓN, existen aún muchos riesgos sobre la recuperación económica incipiente.

La fragmentación política, la marcha atrás en normativas como la laboral que proponen algunos partidos y los incumplimientos de los objetivos de déficit público –con impacto en la ratio de deuda– son las tres principales amenazas internas. A estos factores negativos se suman, además, problemas como la desaceleración económica mundial –marcada por China y el desplome del petróleo– y el posible rebrote de la crisis bancaria,

«Obviamente, la pérdida de confianza en la velocidad de mejora de nuestra economía por parte de Moody’s se ve influenciada por la incertidumbre política actual, pero también es un varapalo al discurso triunfalista del Gobierno en funciones en la medida en que denuncia la falta de control en el déficit público después de cuatro años en el poder y la duplicación de la deuda pública, con lo que esto supondría en el escenario de un cambio de tendencia en los tipos de interés», afirma Lorezo Dávila, director académico de la escuela de negocios CIFF.

Algunas previsiones, como la de Moody’s, pronostican que el «agujero» de la Administración rondó el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, frente al objetivo del 4,2% pactado con Bruselas. «La realidad es que gobierne quien gobierne, el déficit ha escapado de todo control, no habrá nuevas reformas estructurales y las realizadas estos años no han dado el resultado esperado. Tampoco hay voluntad política en ninguno de los partidos con presencia parlamentaria por reconducir el déficit, sino todo lo contrario, pues el nuevo mantra en todo el espectro político es gastar más», opina al respecto Javier Flores, responsable de Estudios y Análisis de Asinver.

«Las reformas económicas han conseguido que España se convierta en el segundo mayor exportador de Europa, con un volumen de ventas al exterior cercano al 35% del PIB. Eso ha sido gracias a la reforma laboral, que ha permitido aumentar de manera considerable la competitividad de la empresa española», apunta Enrique Quemada, consejero delegado (CEO) de ONEtoONE Corporate Finance Group.

«La incertidumbre sobre un posible gobierno de izquierdas ha provocado ya una caída del 20% en la inversión por parte del capital riesgo en nuestro país en 2015. Los inversores están reteniendo sus proyectos a la espera de quién forma gobierno para mantener o cancelar sus inversiones en nuestro país», añade Quemada.

Source: The PPP Economy

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