El éxito de la revolución digital pasa por la capacidad de adaptación de las personas


La automatización y la aparición de las nuevas tecnologías han generado cierto temor por la posible desaparición de puestos de trabajo, pero también contribuyen a la aparición de muchas otras tareas. En el segundo encuentro #Ageingnomics, organizado por la Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto, se mostró que si se toma una perspectiva positiva, la revolución digital puede ser una oportunidad. «La clave del éxito no radica en la tecnología, sino en las personas», apuntó la directora general de Recursos Humanos (RR HH) de Mapfre, Elena Sanz Isla. En la era digital, la línea que separa el éxito del fracaso empresarial la dibuja «el poder de transformación de las personas comprometidas con un proyecto», añadió Sanz, quien aprovechó para anunciar el lanzamiento de Mapfre Innova, una iniciativa de intraemprendimiento con el objetivo de promover la creatividad y el impulso de las ideas de los empleados.

Para conseguir la implantación de las nuevas tecnologías en el ámbito laboral sin que suponga un trauma para los empleados, sobre todo para aquellos que llevan más tiempo trabajando, es imprescindible incrementar la colaboración con las universidades y escuelas de negocio, ya que actualmente no hay trabajadores suficientemente formados en las habilidades que la digitalización demanda. En ese sentido, el consejero ejecutivo y director general de personas, medios y tecnología de Bankia, Antonio Ortega, apuntó que, a pesar de tener que cuestionar nuestros conocimientos y «desaprender lo que en otros momentos nos ha llevado al éxito», el respeto a las personas, el foco en el cliente, la integridad y el compromiso son «valores que no se pueden modificar».

En la implantación de la inteligencia artificial al empleo, el foco no es una lucha del «hombre contra la máquina», sino una colaboración entre ambos actores. Para la directora general de RR HH de IBM, Pilar Pons, una de las claves para desarrollar estas colaboraciones es estar en aprendizaje continuo, ya que la tecnología permite mejorar y acelerar el impacto de las personas en las organizaciones. «La inteligencia artificial está revolucionando la forma en la que las organizaciones estamos compitiendo por el talento. Al final, el valor de las nuevas tecnologías es incrementar la capacidad humana», subrayó Pons. En la línea del aprendizaje continuo, Luis Garvía Vega, profesor de finanzas de ICADE/ICAI, remarcó la necesidad de pasar varias veces por la universidad para reciclarse. Esta vuelta a los centros de estudio se produce porque el cambio que introduce la tecnología en la sociedad «no se estudia en los colegios ni en las universidades».

Desde el punto de vista legal, el presidente del Sagardoy Abogados, Íñigo Sagardoy, destacó que las nuevas formas de trabajo requieren flexibilidad y adaptación al cambio. No obstante, aportó una visión más pesimista que el resto de los ponentes, ya que este cambio costará mucho porque la ley va por detrás de las nuevas tecnologías. La normativa debe actualizarse a las necesidades de los trabajadores que desean reciclarse y que no pueden hacerlo porque la ley se lo impide.

Source: The PPP Economy

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