El ex banquero atribuye su fortuna a dos "pelotazos" farmacéuticos
Tras pasar su segunda noche en los calabozos de la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid), Mario Conde comparecerá hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz para dar su versión sobre las supuestas actividades de blanqueo que llevaron al magistrado a ordenar su detención el pasado lunes. El ex banquero negará a Pedraz, según fuentes jurídicas, que esos trece millones que repatrió a España entre 1999 y 2014 no proceden del saqueo de Banesto –como mantiene la Fiscalía Anticorrupción– sino de dos «pelotazos» farmacéuticos en los años 80 previos a su desembarco en la presidencia de la entidad financiera.
Conde forjó su meteórica carrera en dos importantes empresas del sector, Laboratorios Abelló, de la que fue director general, y Antibióticos S. A. La primera se vendió en 1983 a Merck Sharp & Dohme (MSD) por más de 16 millones de euros y la segunda, de la que poseía el 23 por ciento de las acciones, la adquirió en 1987 la multinacional italiana Montedison por casi 350 millones.
De que sus argumentos consigan convencer o no a la fiscal de Anticorrupción Elena Lorente y al juez Pedraz dependerá, en buena medida, que Conde quede mañana en libertad tras su comparecencia judicial o tenga que regresar a la cárcel más de una década después. Las fuentes jurídicas consultadas dan por seguro que Anticorrupción solicitará a Pedraz que imponga a Conde medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado.
Pero, además de su declaración, para la Fiscalía resultará determinante –a la hora de solicitar, en su caso, su ingreso en prisión– la predisposición que muestre el ex banquero de poner a disposición judicial las cantidades a las que fue condenado en las sentencias del «caso Argentia Trust» y el «caso Banesto», 26 millones (de los que la Audiencia Nacional ya ha podido recuperar alrededor de once), por un lado, y su deuda de casi diez millones de euros con la Agencia Tributaria.
Source: The PPP Economy