El empleo fijo existe en el siglo XXI
«El empleo fijo y seguro, aquel que teníamos, es un concepto del siglo XIX». Hace sólo unos días, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, sorprendía con estas declaraciones, asegurando que en el futuro «habrá que ganarse el trabajo todos los días». Sin embargo, las cifras revelan que en los últimos tiempos se ha producido un vuelco en la evolución del empleo en España. De hecho, confirman que el empleo «fijo y estable» es un concepto plenamente vigente en la actualidad. Pese a que se trata de una mejora más lenta de lo deseable, la salida de la crisis ha traído consigo muy buenas noticias en este sentido, con la contratación indefinida creciendo a un ritmo de dos dígitos.
Al término de la anterior legislatura, a finales de 2011, la intensa destrucción de empleo llevó a la contratación indefinida a desplomarse a un ritmo interanual del 30%. Frente a esta sangría, los contratos fijos crecieron casi un 12% anual en 2015 y en el primer cuatrimestre de este año continúan haciéndolo al 10,5%. En 2014 se firmaron en España 1,35 millones de contratos indefinidos. En 2015 esta cifra se incrementó hasta 1,5 millones. Y entre enero y mayo de este año, ascienden ya a 561.598. Una cifra que, prorrateada al conjunto del año dispararía estos empleos casi hasta los 1,7 millones. En total, durante estos dos años y cuatro meses se han creado en nuestro país 3,42 millones de empleos estables. Esto supone que, según datos del Ministerio de Empleo, se han recuperado 1,3 millones de los puestos de trabajo destruidos por la crisis y la contratación indefinida ha aumentado un 27%.
Además, la salida de la recesión económica ha ido acompañada, desde el principio, de un aumento de los empleos indefinidos. En la anterior crisis que sufrió España, entre 1992 y 1993, hubo que esperar un año y medio para que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se tradujera en un alza de la contratación indefinida. Aunque durante los famosos «brotes verdes» de Zapatero en 2010 el PIB logró repuntar tímidamente durante dos trimestres (+0,3% y +0,2%), esto no logró frenar la destrucción de trabajo indefinido. El resultado es que tres de cada cuatro asalariados en España (el 74,9%) disfrutan de un contrato indefinido. En el tercer trimestre de 2008, justo al comienzo de la crisis, este porcentaje era del 70,6%.
Además, los trabajadores con empleos de muy corta duración se han reducido desde finales de 2011. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística, sólo el 3,1% de los ocupados en el primer trimestre de este año tenían empleos de menos de tres meses de duración. Los trabajadores con empleos de menos de un mes apenas representaban el 0,85%.
En cualquier caso, desde el Ministerio de Empleo señalan que un contrato temporal también es una vía de acceso al mercado laboral. En 2015 hubo casi medio millón de contratos temporales que se transformaron en fijos y en 2016 estas conversiones están aumentando a un ritmo del 18%.
Respecto a las horas pactadas en los contratos, más del 90% del empleo creado en la pasada legislatura ha sido a tiempo completo, recuperándose 994.300 trabajos con este tipo de jornada. En la anterior legislatura, entre 2008 y 2011, el número de ocupados a tiempo parcial se incrementó un 75%. La contratación indefinida a tiempo completo creció el pasado año a un ritmo del 13,8%. En abril de este año, último mes del que hay datos, la evolución era incluso superior, con un alza del 21%.
De los 18 millones de ocupados que hay en España, 15,2 millones trabajan a tiempo completo, frente a los 2,8 millones que lo hacen con jornada parcial. Esto supone que casi el 85% de los trabajadores son a tiempo completo, mientras que el 15% tienen jornadas reducidas. España mantiene así su tasa de parcialidad seis puntos porcentuales por debajo de la media de la eurozona (21,6%) y 11 puntos por debajo de la de Alemania (26,5%). De hecho, España lidera la creación de empleo a tiempo completo en la eurozona, doblando las cifras del país germano. No obstante, este indicador aún no se ha recuperado en su totalidad en comparación con antes de la crisis. En el tercer trimestre de 2008, los contratos a tiempo parcial firmados en España eran sólo el 11% del total.
A todo esto se suma la recuperación de un 1,24% del poder adquisitivo perdido. En 2015, el incremento salarial pactado fue del 0,74%, mientras que la inflación bajó un 0,5%.
Source: The PPP Economy