El decretazo energético «mina la credibilidad y la seguridad de España», según los inversores


Las medidas adoptadas por el Gobierno en el sector energético «crean mucha incertidumbre e inseguridad jurídica, afectan al riesgo país y encarecen la inversión en unos momentos en que existe una necesidad de capital para la transformación tecnológica. España es un hub en energías renovables y se ha generado mucha incertidumbre en un sector estratégico, lo que pone en riesgo las oportunidades que ofrece un sector en plena transformación. Las medidas afectan a la financiación de nuevos proyectos». Así se ha puesto de manifiesto en una mesa redonda virtual moderada por Deutsche Bank sobre ‘Latest developments and outlook for the Spanish electricity market’. 

Responsables de Bank of America, Morgan Stanley, Lazard y Barclays acudieron como participantes a este evento, además del moderador Deutsche Bank, por parte de los bancos de inversión, mientras que los fondos de inversión estuvieron representados por SDCL.

El moderador de la mesa redonda, Luis Armada, director general de Origination & Advisory de Deutsche Bank, señaló que, para los inversores, la incertidumbre regulatoria que existe en estos momentos implica cierta inseguridad jurídica, así como reduce la credibilidad de España en comparación con otros destinos. Advirtió que la inversión a corto y largo plazo de los inversores internacionales también puede verse afectada. «Esta situación en cierto sentido es de alguna manera contradictoria, ya que tienes una empresa líder como Iberdrola a la que el Gobierno pide de forma recurrente que siga invirtiendo fuertemente en España pero al mismo tiempo impone medidas que le afectan mayoritariamente».

Frank Hermelink, director general de Morgan Stanley y Head European Power & Utilities, hizó hincapié en que la confianza de los inversores, tanto de los existentes como de los nuevos del sector eléctrico español, se ve afectada por la inestabilidad regulatoria que las medidas traen al sector. Y alertó de que esta duda repercute también en las agencias de calificación crediticia y en la cantidad de capital que se puede invertir en España. En este entorno volátil, se debe recuperar la confianza de los inversores.

La directora general y co-head de EMEA Natural Resources de Bank of America, María Garijo, señaló que las nuevas medidas implican una gran paradoja, que es el efecto negativo que están teniendo en los consumidores más vulnerables que están tratando de proteger, lo que conduce a un resultado opuesto que el gobierno estaba buscando. Además, España se ha comprometido a invertir en proyectos sostenibles que pueden resultar en un capital mal desplegado. «Esperamos que la UE continúe proporcionando suministro y facilitando el desarrollo de energías renovables», indicó.

Enrique Namey, director general y Co-Head European Power & Energy Infrastructure deLazard, recalcó que este sector es estratégico para España, por lo que es muy importante generar de nuevo la confianza en los inversores, que esta medida ha perjudicado, generando incertidumbre en el mercado. «Esperamos que después de marzo no tenga implicaciones a más largo plazo que puedan tener algún impacto en los objetivos generales», señaló.

El consejero delegado del fondo de inversión SDCL, Jonathan Maxwell, indicó que la nueva medida afecta la rentabilidad, y si hay más inseguridad, conducirá a inversiones más caras, por lo que tampoco se traducirá en electricidad más barata para los clientes, lo cual no tiene mucho sentido. «¿Han visto algún impacto hasta ahora? Sí, los inversores del Reino Unido y Europa ya han mostrado algunas dudas sobre nuevas inversiones. Además, existen algunas incertidumbres y complejidades sobre el impacto de estas medidas que retrasarán las decisiones de inversión», ha comentado.

Jay Hawthorn, de Barclays, comentó que la nueva medida afecta la equidad y eleva el costo de la inversión, por lo que es preocupante tanto para el sector como para el país.

Además, todos los participantes coincidieron en el alto riesgo de que se vea afectada la rentabilidad de las inversiones, y que los retornos generen menos ingresos y, por lo tanto, que encarezca las inversiones. A los efectos de los bancos y de las exigencias de capital, si España penaliza las inversiones en el sector energético, los fondos previstos se acabarán destinando a otros lugares donde se considere que resultan más productivas.

Las inversiones se pueden ver retrasadas y ahora se abre un proceso de esperar y ver, hasta que el Gobierno aclare la situación para el futuro. Este es un asunto europeo y la solución debe ser europea, hay que acelerar las inversiones en renovables para cumplir con los plazos fijados para la transición energética, porque hasta ahora, todo está siendo demasiado burocrático, y el ritmo actual no es la mejor forma de asegurar la oferta a los consumidores.

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