El crédito al consumo se dispara un 14,2% hasta julio
Con más dinero y confianza en los bolsillos, los españoles se han lanzado de nuevo a consumir. Como si la crisis fuera ya una lejana pesadilla, vuelven a sacar la cartera y a gastar con alegría. Lo atestiguan estadístico como la del gasto en grandes superficies. Según la consultora Nielsen, las ventas del gran consumo alcanzaron los 30.335 millones de euros hasta mayo, un 3% más que el año pasado. Durante el primer trimestre, el avance fue algo más modesto, del 2,2%. Sin embargo, ninguna de las tres grandes economías de la Unión Europea, Alemania, Francia, Gran Bretaña o Italia, pudieron seguir el ritmo. Salvo en el país transalpino (+0,2%), en el resto las ventas retrocedieron.
En su vuelta al consumismo, los españoles gastan lo que tienen y lo que no tienen en la cartera. Porque el consumo, pilar fundamental del crecimiento de la economía española –el gasto de los hogares avanzó un 2,5% en el segundo trimestre, apuntalando el crecimiento del 0,9% del PIB–, se vuelve a asentar en buena medida en el crédito que conceden las entidades financieras. En los primeros siete meses del año, los nuevos préstamos de este tipo se incrementaron un 14,2%, hasta alcanzar los 16.512 millones de euros, frente a los 14.456 millones que sumaron en el mismo periodo de 2016, según los datos del Banco de España. La concesión de nuevos créditos al consumo se incrementó en todos los meses analizados, excepto en abril, cuando alcanzó los 2.114 millones de euros, frente a los 2.259 millones del mismo mes de 2016.
Tipos asequibles
Sólo entre enero y julio de este año se han concedido más créditos que en todo el año 2014: 16.442 millones de euros. De seguir el actual ritmo de consumo, en el presente año, las entidades financieras podrían llegar a conceder cerca de 29.000 millones de euros, dando casi por cerrada la crisis. En 2011, el año de la recaída de la economía española, bancos y cajas de ahorros apenas concedieron 9.8646 millones en créditos al consumo a las familias. Apenas cuatro años antes, en pleno «boom» inmobiliario, la cifra había ascendido a 43.978 millones, la más alta de la historia.
Los que han tirado de crédito para comprar coche nuevo o renovar los electrodomésticos de su hogar se han visto favorecidos por los bajos tipos de interés que imperan en el mercado en este momento. El Banco Central Europeo (BCE) no acaba de dar con la tecla para estimular por completo la economía europea y mantiene el precio oficial del dinero en el 0%, lo que tira a la baja los tipos que ofrecen las entidades financieras. En el caso de los créditos al consumo –los que menores garantías ofrecen al prestatario–, su interés medio en julio fue del 7,51%, frente al 7,66% que alcanzaron en el mismo mes del año pasado. En enero de 2016 llegaron a incrementar hasta el 8,14%.
El recurso al crédito para las compras no sólo se ve reflejado en el incremento de la petición de préstamos sino también en el uso de las tarjetas. Según datos del Banco de España, el pasado año había en circulación 48,75 millones de tarjetas de crédito, un 8,77% más que en 2015. El año pasado se cerraron 3.046 millones de compras con tarjetas, un 13,4% más que en 2015. Estas operaciones tuvieron un importe global de 124.406 millones de euros, lo que supone un aumento del 10,7%.
La cruz de este frenesí consumidor para las familias es el incremento de su deuda. Durante los años más duros de la crisis, la prioridad de muchos hogares fue recortar gastos y reducir su apalancamiento. Ahora no parecen tan preocupadas por lo que deben. Quizás porque en julio se redujo con respecto al mes anterior en 8.422 millones de euros, hasta sumar 707.000 millones. No obstante la cantidad que sigue siendo, a pesar de todo, la más baja desde 2006. El motivo de este crecimiento fue el alza de los créditos al consumo en más de 8.300 millones de euros. Su saldo vivo se situó entonces en los 107.567 millones de euros, a pesar de sufrir un descenso en relación con el mes anterior. La cifra total supone su nivel más alto desde 2013.
Source: The PPP Economy