El bono español busca hoy bajar su interés del 1% por primera vez


El bono español a diez años está a las puertas de caer por debajo del 1% por primera vez en la historia. Las compras masivas de deuda pública por parte del Banco Central Europea para inyectar liquidez a la maltrecha economía de la eurozona han llevado la rentabilidad de los bonos a mínimos históricos en la práctica totalidad de los países de la región. El «bund» alemán, de referencia para fijar la prima de riesgo del resto de las economías, ofrece rentabilidad negativa (cobra en lugar de pagar intereses) del 0,122% según los datos de cierre del pasado viernes. Más baja aún es la del bono suizo, que cobra un 0,562%. Los bonos de Finlandia o Austria están a las puertas de ese hito y el español cerró en el 1,019% su mejor registro de siempre. Los analistas dan por seguro que en estos próximos días el registro del pasado viernes será historia.

Cuánto ha cambiado la situación en los últimos cuatro años. A finales de julio de 2012, en plena crisis de confianza sobre el futuro de la eurozona, el bono español marcó el máximo de la historia reciente al ofrecer una rentabilidad en el mercado secundario del 7,3%. El dato abría las puertas del rescate a la economía española, como había sucedido antes con Grecia, Irlanda y Portugal. Es verdad que en 2012 la economía española estaba aún en recesión (hubo que esperar hasta el tercer trimestre de 2013 para conocer el primer crecimiento intertrimestral del PIB), pero también que el cambio de rumbo de la política monetaria del BCE tuvo una influencia decisiva. Despejadas entonces las dudas sobre la continuidad de la unión monetaria, en algo menos de un año la rentabilidad del bono español cayó hasta el 4%, un nivel más soportable para la financiación de la actividad económica.

El espaldarazo definitivo ha venido a partir de marzo del pasado año. El tímido despertar de la economía de la eurozona y la negociación del tercer rescate de Grecia obligaron a Mario Draghi a poner toda la carne en el asador, o lo que es lo mismo, abrir el grifo del dinero gratis. Porque el tipo de interés exigido por el BCE estaba ya en 2012 en el 0,75%, pero no era suficiente.

En marzo del pasado año, Draghi pone en marcha el manguerazo de dinero mediante la compra de deuda pública en poder los bancos. Se trata de dar liquidez a las entidades financieras (muy pilladas con la deuda pública de su respectivos países) con el fin de dinamizar la economía, fomentar el consumo de los hogares de la eurozona, elevar así la inflación (en terreno negativo) y devaluar el euro de una manera natural. De momento, poco a casi nada de estos objetivos se ha conseguido. Desde el inicio del programa de compras del sector público (PSPP por sus siglas en inglés) el BCE ha inyectado 884.546 millones de euros en la economía de la región mediante la compra de bonos hasta finales del mes de junio. De esta cantidad, 103.336 millones corresponden a deuda pública española. España es el cuarto país en importancia, por detrás de Alemania (208.268 millones), Francia (165.591 millones) e Italia (144.008 millones).

Source: The PPP Economy