El actual ecosistema emprendedor en España


diego soro

Hace unos cinco años, lanzamos desde Chamberí Valley –asociación sin ánimo de lucro con el objetivo de facilitar las relaciones entre emprendedores españoles– el «Manifiesto España Emprende», cuyo fin era el de concienciar en tres pilares, sobre las necesidades del ecosistema emprendedor: Fomento de la inversión, Formación y retención del talento y Dinamización del mercado. ¿Qué ha pasado desde entonces y cómo es ahora el ecosistema emprendedor en nuestro país?

Dada la fragilidad de las empresas en sus primeros años de vida, se exponía en dicho manifiesto la necesidad de crear un entorno que facilitara su supervivencia, identificando tres líneas de que se debían potenciar para la creación de empresas y la dinamización de la economía: fomento y canalización de la inversión, y creación de un mercado que favorezca el nacimiento y desarrollo de nuevas empresas.

Fomento de la inversión

Se exponía en dicha declaración la necesidad de integración de los fondos públicos existentes (tanto nacionales, como una vertebración de los regionales) en una sola Agencia, y fomentar su canalización mediante la gestión por inversores privados especializados. En definitiva, una mayor colaboración entre inversores públicos y privados, y una mayor simplificación de fondos públicos. Del mismo modo, incentivos fiscales que fomenten la inversión en empresas en fases tempranas, como ocurre por ejemplo con el programa SEIS (de Seed Enterprise Investment Scheme) del Reino Unido. El objetivo de ese programa es el de fomentar el crecimiento de nuevas empresas y emprendedores ofreciendo ventajas fiscales a inversores en ese tipo de etapas.

A día de hoy, las líneas de financiación públicas siguen atomizadas (más de 600 líneas de financiación públicas al año en España según el portal Fundera.eu), una de las prioridades que también exige la propia Comisión Europea. El programa SEIS, a pesar de que ha habido intereses de varios partidos políticos por llevarlo a cabo, aun está lejos por ser una realidad en España. A esto se le suma, que en algunos casos, por una mala gestión, no se ejecutan los presupuestos, sin ir más lejos el Ministerio de Economía sólo gastó un tercio del presupuesto en I+D en 2016. Son indicios claros que las cosas se hacen muy mal. En definitiva, no ha habido avances en cinco años.

En cuanto a financiación privada, ha habido una clara mejora, donde cada vez hay una inversión más importante. Asimismo esta inversión es cada vez más internacional, donde siete de cada diez euros vienen de fondos internacionales, de acuerdo con el análisis de KFund.

Formación y Talento

En el «Manifiesto España Emprende» se destacaba la necesidad de estimular el espíritu emprendedor en todas las fases educativas, tanto a través de la formación como de la muestra de ejemplos de emprendedores de éxito. Además, la atracción del talento en las pequeñas empresas es la base de su capacidad de innovación y crecimiento futuro. La percepción de ser emprendedor en España era negativa. Según el reporte «The State of European Tech 2016» de AtomicoVentures, el emprendimiento sigue ganando aceptación como una carrera profesional, donde más del 80% de las personas ven con buenos ojos ese tipo de carrera.

El fomento del emprendimiento ha sido una prioridad y desde todos los ámbitos se ha defendido esta posibilidad, aunque sigue habiendo una desconexión grande entre muchos centros educativos y la carrera emprendedora. No obstante si bien es cierto que se ha hecho un esfuerzo grande en la «promoción y educación», menos optimistas somos en lo relativo al «mercado laboral», donde se proponían condiciones ventajosas para empresas en que contrataran empleados en fases tempranas con mucho riesgo, o que se simplificaran los procesos de retención con «stock options» u otras medidas.

Una de las cuestiones que se planteaban fue la de bonificar las cuotas de la Seguridad Social para fomentar la contratación en empresas de nueva creación que no generan beneficios, simplificando los métodos actuales (donde hay bonificaciones en proyectos de innovación por ejemplo, difíciles de justificar y donde dejan en un vacío al emprendedor), por métodos como el programa SEIS del Reino Unido, donde una vez certificada una empresa puede acogerse a ese tipo de ventajas sin cabida a interpretación alguna.

Finalmente, el último pilar buscaba un mercado que permita desarrollar nuestras ideas, sin trabas y compitiendo en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones. Buscando una legislación y ecosistema emprendedor que tenga tolerancia con el «fracaso honrado», respetando las reglas del juego. En este sentido, ha habido avances, como una mejor legislación de cobros y pagos de impuestos con facturas (aunque en la práctica es difícil de llevar a cabo) o la mejora en la adquisición de bienes y servicios por parte de la Administración, con la compra pública innovadora, por ejemplo. No obstante, todavía quedan retos importantes, como una mayor transparencia en las licitaciones, donde la Comisión Europea ha manifestado que España «destaca» en Europa como uno de los países en los que hay más opacidad en la licitación pública, debido a que un porcentaje muy elevado las distintas administraciones públicas prefieren utilizar la adjudicación directa o procedimientos negociados antes que acudir a los medios convencionales, como son los anuncios oficiales.

*CEO de Tender.co

Source: The PPP Economy

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