Dos de cada tres empresas creen que el encarecimiento de la energía en España es mayor que en otros países
El 66% de las empresas españolas considera que el incremento de los costes de la energía en nuestro país ha sido superior al de otros mercados internacionales y un 40% de ellas señala un impacto directo en las exportaciones como consecuencia de esta pérdida de competitividad. La mengua de la competitividad es determinante frente a otros mercados internacionales, donde el precio de la energía es mucho más bajo actualmente, como ocurre en el americano, y también frente al asiático, donde el compromiso medioambiental es menos exigente.
Los datos se extraen de la encuesta ‘Energy 4 Europe’ que se desarrolló en el mes de febrero, antes del inicio de la guerra en Ucrania, con la participación de 120 empresas españolas, la mayoría vinculadas al sector industrial. Los resultados se han presentado en el marco de la mesa redonda “Energía y competitividad: Retos para la empresa en España”, celebrada en Madrid por la Cámara de Comercio Alemana para España en colaboración con el Club de Exportadores e Inversores Españoles y el Círculo de Empresarios.
La encuesta también pone de manifiesto un importante impacto del ascenso de los precios de la energía durante 2021 en la actividad de las empresas. Así, un 68% de las ellas asegura haber experimentado “muchos” o “bastantes” efectos en su negocio, frente a un 33% que refiere haber experimentado “pocos” o “ninguno”. En cuanto a la percepción de las consecuencias de la transición energética sobre la competitividad empresarial, un 33% de los encuestados admite percibir problemas, pero también nuevas oportunidades de negocio derivadas de ella y un 7% sólo ve problemas.
Entre las principales medidas incorporadas por las empresas para hacer posible la transición energética sobresalen el aumento de la eficiencia energética (81%), las inversiones en tecnologías eficientes (77%) y la orientación hacia nuevos productos más amigables con el clima (75%). También destaca una importante apuesta por la energía fotovoltaica, con un 53% de las empresas que la usa ya o prevé usarla. De hecho, un 20% de los encuestados confirma que ya tiene instalada generación de energía fotovoltaica, un 7% planifica ampliar sus instalaciones y un 25% prevé incorporarla en los próximos 24 meses.
Acelerar la transición energética
En opinión de Walther von Plettenberg, director gerente de la Cámara Alemana para España, la situación actual de emergencia energética en cuanto a precios de las energías fósiles -gas y petróleo- acelerará aún más la transición energética hacia energías renovables, como la eólica, la solar y la biomasa. «La mayoría de nuestras empresas asociadas ya vienen apostando desde hace tiempo y, cada vez más, por energías renovables, como demuestra la encuesta». Añade que «la situación actual ejerce aún mayor presión en esta línea». Por otro lado, Plettenberg reconoce que hay que ser realista: «el mix energético no podrá prescindir nunca totalmente de energías no renovables», ha afirmado.
Como indica la encuesta, los costes de la energía son claves para la competitividad internacional de muchas empresas alemanas que producen en España para mercados terceros. «Los costes de energía superiores a otros mercados internacionales, por ejemplo, debidos al coste de derechos de C02, son motivo de preocupación», subraya Plettenberg. Y concluye: «Debilitan la posición de la filial dentro de su propio grupo y frente a competidores de países con costes energéticos claramente más bajos».
Para Manuel Pérez Sala, presidente del Círculo de Empresarios, el coste de la energía lidera actualmente las preocupaciones de las empresas, seguido de los costes salariales y del coste de las materias primas. «Además de estar muy atentos a los precios de la energía, hay que prestar especial atención a la inflación que la evolución de estos precios ya está generando». En opinión de Pérez Sala, «dadas las circunstancias, toda la sociedad debería asumir un compromiso para responder a esta situación. Y el primero en esta respuesta -añade- debería ser el propio Estado, siendo muy prudente en la gestión del gasto público».
Por su parte, Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, ha considerado que «la pérdida de competitividad de la economía española derivada de unos costes energéticos e inflación superiores a los de nuestros socios y vecinos dificultarán que las empresas exportadoras lideren la recuperación económica como ya hicieron en anteriores crisis».