Dónde invertir cuando todo se vuelve negro


Apenas llevamos 30 sesiones de bolsa en lo que va de año y el panorama, por el momento, es desolador. El 2016 ha comenzado de la peor forma posible para los inversores, que han visto cómo el Ibex 35 se ha dejado por el camino más de 1.700 puntos, el equivalente a un 17% de su valor, en sólo mes y medio. Con la banca arrastrando a todos los mercados europeos, los inversores se preguntan qué hacer con su dinero y por qué tipo de productos financieros es mejor apostar. Si la elección es la bolsa, tampoco resulta nada fácil determinar cuáles son los valores con mayor potencial, pues a día de hoy no hay ni una sola empresa del Ibex que esté en positivo en el cómputo de lo que llevamos de año.

Eso sí, existen diferencias sustanciales entre unos valores y otros. El rango de pérdidas en la bolsa de Madrid va desde el 31% que ha perdido Bankia en 2016 –son las acciones más castigadas de todo el selectivo– hasta el 0,98% que ha cedido Gamesa. El fabricante de aerogeneradores es la compañía con mejor comportamiento, impulsada por las noticias de fusión con el grupo de ingeniería alemana Siemens. La operación dará lugar al mayor fabricante de parques eólicos del mundo y ya ha empujado hacia arriba la cotización de Gamesa. En los últimos doce meses se ha revalorizado un 62,3%.

En el podio de los valores que menos se han visto afectados por la crisis bursátil con la que ha arrancado 2016 se sitúan Acerinox (-2,74%) y Enagas (-4,79%). Incluso AENA, que venía disfrutando de la tendencia alcista con la que debutó en bolsa hace un año, está en números rojos. Desde el 1 de enero ha perdido un 9,3%, si bien en los últimos doce meses ha ganado un 29%.

Lo mismo está pasando con los llamados «blue chips», los grandes valores de la bolsa y que son considerados también los más seguros. Los resultados bursátiles de Repsol (-13,1%) se están viendo muy mermados por el desplome del precio del petróleo. Telefónica (-14,8%) se ha encontrado con trabas por parte del regulador británico para vender su filial O2 y tiene una alta exposición a Brasil, donde la economía ha entrado en recesión. BBVA (-17,3%) y Banco Santander (-22,6%) están sufriendo los estragos del miedo a una nueva crisis bancaria, origen en buena medida de los malos datos de la bolsa en general. En este sentido, el precio de la acción de CaixaBank ha caído un 23% en lo que va de año, mientras que Banco Popular (-31,04%) y Bankia (-31,1%) son los dos valores que más han perdido en lo que va de 2016. Banco Sabadell es la única entidad que resiste ligeramente la embestida contra la banca española, aunque registra una depreciación del 13,5%.

Aunque a priori pueda parecer que estas cifras desaconsejan cualquier tipo de inversión en bolsa, esto también podría significar que buena parte de los valores del Ibex están «baratos». Es decir, aunque las acciones han bajado con fuerza en las últimas semanas, su precio actual está por debajo de su potencial, teniendo aún margen de mejora para este año. Así por ejemplo, Deutsche Bank apuesta por seguir invirtiendo en renta variable a lo largo de 2016 e incluso apunta a que el Ibex podría cerrar el año en el entorno de los 11.000 o los 11.500 puntos, frente a los 7.920 actuales, nivel que es considerado un «regalo».

Respecto a los valores con mayor atractivo, el banco alemán señala a Iberdrola, Enagás, Red Eléctrica, Ferrovial o Abertis. Fuera de nuestras fronteras, en el punto de mira están empresas como Facebook, Google, Amazon, Société Générale, Commerzbank, Unicredit, Axa, Daimler o Airbus.

En cualquier caso, todo hace pensar que 2016 puede ser un año marcado por la volatilidad bursátil, no apto para cardiacos. Lo que sí recomiendan la mayoría de expertos ante una situación de fuertes caídas como la actual es no perder los nervios y aguantar el chaparrón. Otra opción es tratar de aprovechar las «gangas» del mercado. «Un inversor paciente, con un perfil a medio-largo plazo con un poco de riesgo, ahora mismo puede encontrar valores que están muy baratos y puede entrar en el mercado de forma muy seleccionada», afirma Victoria Torre, analista de SelfBank.

Seguridad vs. rentabilidad

Y si todo lo anterior no funciona, siempre se puede recurrir a alternativas de inversión donde refugiarse hasta que pase el temporal. En este caso, no cabe esperar grandes rentabilidades, aunque a cambio el inversor obtiene una mayor seguridad. Es el caso, por ejemplo, de los depósitos, tradicional vehículo de inversión de los españoles. Si en 2012 ofrecían una rentabilidad media del 2,83%, al cierre del pasado diciembre apenas rentaban un 0,39%, según los datos del Banco de España.

En la renta fija, el interés de la deuda pública española lleva meses también bajo mínimos. No obstante, los últimos repuntes de la prima de riesgo a causa de la incertidumbre económica mundial podrían favorecer unas mayores rentabilidades en los bonos del Tesoro Público, aunque sin esperar grandes intereses.

Tan sólo el oro, tradicional valor refugio, está ofreciendo un respiro a los inversores. En 2016 acumula un alza del 17%. Y aunque parezca mentira, con el euribor enmínimos y el crédito fluyendo de nuevo, la vivienda vuelve a ser una alternativa de inversión.

Source: The PPP Economy

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