Conde escondía pruebas contra él en casa de su hija
La Guardia Civil ha encontrado, en los registros efectuados durante todo el lunes, documentos que incriminan a Mario Conde y los miembros de su trama en los delitos que les implica tanto la Fiscalía Anticorrupción como la propia Benemérita, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso. Entre estos ilícitos figuran blanqueo de capitales, organización criminal, frustración de la ejecución de sentencias como la del caso Banesto y ocho delitos contra la Hacienda Pública.
Por ello, se concede una extraordinaria importancia al hallazgo de estas evidencias que, mediante un trabajo complejo y tenaz, opinan los investigadores, va a permitir desentrañar una compleja trama que habían montado Mario Conde y los suyos, si se daba el caso (como ha ocurrido ahora) de que la Justicia actuara contra ellos. El fin era enmascarar la «repatriación» del dinero del que el ex banquero presuntamente se apropió durante su mandato al frente de Banesto.
Estos papeles, entre otras cosas, «guiarán» a los agentes al lugar o lugares en los que el ex banquero tenía escondido el dinero que se habría llevado de España y que estaba «repatriando», de forma ilícita, a partir de 2009, una vez que abandonó la cárcel tras pasar 17 meses en prisión por el caso Agencia Trust.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, gracias a los citados documentos, han podido determinar, en un primer examen, que la supuesta ocultación del dinero en Suiza y Reino Unido, a través de sociedades interpuestas, no era nada más que una estrategia para que, como ha ocurrido ahora, nadie pudiera saber donde estaban realmente escondidas las cantidades apropiadas.
Lo mismo ocurre con otros países, algunos de ellos conocidos paraísos fiscales, que han sido citados en las últimas horas, como Curaçao, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Países Bajos, Luxemburgo e Islas Vírgenes Británicas.
Los documentos encontrados indican que, efectivamente, el dinero pudo pasar en algún momento por estas naciones, pero las sospechas apuntan que el montante mayor de lo apropiado estaba en otro lugar, lejos de las sospechas de las autoridades tributarias internacionales.
Cuando se iba a proceder a la «repatriación» de una suma, fuera por la vía de créditos o facturas falsas, se ponía en marcha la trama y aparecían algunos de los países antes citados, mientras que la cantidad central de lo apropiado permanecía «segura».
Toda esta estrategia, con la documentación intervenida, se va a venir abajo y los agentes de la Unidad Central Operativa, más pronto que tarde, podrán ofrecer a la Fiscalía y al juez las pruebas que demuestren cómo salió el dinero de España, por dónde ha pasado y, lo que es más relevante, donde ha estado escondido.
Los documentos más importantes y, por lo tanto, con mayor carga incriminatoria, fueron encontrados en el domicilio de Mario Conde (el registro duró desde las ocho de la mañana hasta las 11 de la noche) y en el de su hija Alejandra. Dichos papeles, junto con los detenidos en la operación, serán presentados hoy al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
A media tarde de ayer, la totalidad de los arrestados habían comunicado a la Guardia Civil que se acogían a su derecho a no declarar.
Se desconoce si mantendrán esta postura ante el magistrado Pedraz, aunque se supone que alguno de ellos prestará declaración, sobre todo con el fin de tratar de evitar la prisión.
Durante los registros, la Guardia Civil encontró un total de 160.000 euros.
Mario Conde empezó a «repatriar» cantidades pequeñas a España del dinero del que se presuntamente se apropió en Banesto a partir de 1999 (3.000 euros), una cifra que en 2010 y 2011 aumentó hasta el millón de euros.
Los investigadores, según Efe, saben en qué se gastaba parte del dinero Conde, como 18.000 euros en pago de alquileres, pero en la mayoría de los casos se desconoce a qué destinaba el dinero. Conde y sus hijos blanqueaban el dinero sobre todo a través de tres sociedades, una de ellas de cosméticos y otra de comercialización de aceite de oliva.
La investigación partió de una comunicación del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (SEPBLAC) que sirvió para dar inicio a las pesquisas en septiembre de 2014.
Tras más de año y medio de búsqueda de indicios, Anticorrupción presentó una querella el pasado 29 de marzo. Hasta el momento, la Guardia Civil tiene acreditada la «repatriación» de 13 millones de euros de los que supuestamente se apropió Conde.
Source: The PPP Economy