Cómo prioriza tu cerebro
El mayor problema que tiene el ser humano en la vida, lo que muchas veces le impide ser feliz, radica en que no sabe priorizar lo que de verdad es importante. Aunque la mayoría cree tener claras sus prioridades (la salud, la familia…), en la práctica, nadie dedica el tiempo que correspondería a cada faceta de la vida, según su importancia real.
El resultado del trabajo que he llevado a cabo, como experto en Desarrollo Personal y Profesional, durante 10 años con más de 8.000 personas de diferentes perfiles, empresarios, trabajadores por cuenta ajena, emprendedores, niños y adolescentes, ha sido nefasto. Este testeo concluye que prácticamente el 100% prioriza mal sus vidas. Casi todos han puesto su salud y la familia en el último lugar en sus vidas, dedicando muchísimas horas al trabajo y en un 90% a tareas no productivas. La consecuencia no tarda en llegar… en forma de eterna insatisfacción.
Entre el 60% y el 80% de la semana, se dedica al trabajo, lo que desequilibra la rueda de la vida, dejando en un segundo plano aspectos tan relevantes como el cuidado de nuestro cuerpo y mente, el tiempo de calidad con nuestros hijos, los amigos…o la formación. Si la rueda está desequilibrada, en ocasiones deja de rodar.
Pero, ¿por qué nos ocurre esto? Porque el cerebro prioriza mal. Mejor dicho: nuestro subconsciente es el que prioriza mal. Prioriza lo «urgente», lo cortoplacista o lo que nos proporciona un «beneficio» rápido. El subconsciente es el que contiene nuestras experiencias, hábitos y las barreras mentales que nos impiden salir de la zona de confort.
Si queremos cambiar nuestra manera de priorizar tenemos que hacer conscientes nuestras prioridades y darle el mensaje correcto al subconsciente para ganarle la batalla. ¿Cómo hacemos esto?
La primera herramienta es proteger una parte de la semana a pensar en los «para qué» de las diferentes actividades que desarrollamos. Los verdaderos motivos que mueven al ser humano, sus deseos sinceros y sus valores, urgen de tiempo para pensarlos, para escribirlos, para trabajarlos.
Otra es hacer un registro diario de todo lo realizado a lo largo de cada día, al detalle. Para posteriormente analizar y observar lo que ha pasado. Cuando la parte consciente del cerebro se percata de la cantidad de tiempo perdido, la cosa cambia.
Tu cerebro en el trabajo
En el trabajo, el 90% de las horas que trabajamos no son productivas y es porque no planificamos orientándonos a objetivos y metas que nos lleven a nuestros sueños. Planificar es poner atención en las 4P (pensar, priorizar, proteger y perseverar). Aun planificando, el subconsciente, que tiene mucha fuerza, suele prevalecer porque lo lleva haciendo muchos años y justificando porque está bien esa forma de priorizar. ¿Qué hay que hacer? Hay que decirle al subconsciente con datos objetivos, que realmente lo hace muy mal. De las 8.000 personas testeadas, no había ningún caso en que alguien dedicase más de tres horas realmente productivas a la semana.
Barreras mentales
En el registro diario de actividades existen muchas horas dedicadas a tareas de baja rentabilidad, interrupciones, imprevistos y tareas delegables. Es aquí donde el subconsciente nos lleva todos los días y la gente lo justifica diciendo que «mi empresa o mi sector es así». Cuando le quitas argumentos al subconsciente para justificarse es cuando la gente empieza a cambiar hábitos y a romper barreras mentales.
Sólo cuando se es consciente del trabajo en vano, de una cantidad ingente de horas perdidas, es cuando el cerebro reacciona y comienza a trabajar de forma más lógica y racional, enfocándose en una mejor planificación a la hora de repartir nuestro tiempo vital. Es fundamental romper barreras mentales para crear nuevos y más sanos hábitos. Como leer el buzón del correo electrónico sólo dos veces al día, o contestar el teléfono en unas horas concretas, saber decir que no o delegar tareas quitándose el miedo típico de «otros lo harán peor».
Este cambio no solo les hará ser más productivos, sino que les hará tener más tiempo para dedicar a lo más importante que es su salud y su familia.
El tiempo no se detiene, la rutina continúa y los sueños siguen postergándose, sin remedio. Como propósito de año nuevo, qué mejor que enseñar al cerebro a priorizar bien. Proponemos un método que está expuesto en nuestro libro: «Las cajitas del éxito. La metodología que ayuda a tu cerebro a priorizar», editado por Círculo Rojo. La felicidad pasa por imaginar una rueda de la vida donde cada una de las áreas estén equilibradas.
*Experto en Desarrollo Personal y Profesional.
Autor de «Las cajitas del éxito»
Source: The PPP Economy