Cómo invertir en Metaverso, el mundo virtual por el que están apostando las grandes tecnológicas
El Metaverso, un conjunto de mundos interconectados y experienciales que permiten una interacción web multisensorial, está considerado la siguiente etapa en la evolución de internet y el año pasado eclosionó atrayendo la atención de gigantes tecnológicos como Facebook, Apple, Google, Microsoft y el fabricante de chips Nvidia. El interés de todas estas tecnológicas por un mundo virtual, en el que pueden producirse conversaciones entre personas a través de avatares virtuales controlados por garfas y auriculares, ha abierto también el apetito de los medianos y pequeños inversores. Expertos como Alberto Fernández, profesor del Programa Especializado en Blockchain e Innovación Digital de IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) distinguen tres vías: la inversión en acciones de empresas que tengan parte de su actividad empresarial en este mundo virtual, la adquisición de NFTs (non-fungible token) «que representen propiedades con derechos de explotación dentro del Metaverso» ; así como negociando con criptomonedas que estén dentro de este ecosistema y por medio de ETFs – fondos de inversión cuyas participaciones se negocian como si fueran acciones- del que formen parte empresas vinculadas a esta tecnología o que se estén orientando hacia ella en el futuro.
En este sentido, desde brokers como ‘Plus 500’ apuestan por las vías descritas ofreciendo acciones de compañías como Facebook (Meta), Nvidia y Disney. Además de fondos como ‘E
TF Roudhill Ball Metaverse’ vinculado al índice ‘Ball Metaverse Index’, que componen 40 empresas de todo el mundo que participan del Metaverso. También ofrece la posibilidad de invertir en este mundo virtual a través de CFDs (contratos por diferencia) de criptomonedas como bitcoin o etherum. Es decir, el vendedor abonará al comprador la diferencia de valor entre la actualidad y el que tenga en el tiempo que venza el acuerdo.
Otro ejemplo es la plataforma española especializada en servicios de criptomonedas ‘Oubita’ que acaba de incorporar a su portafolio 10 nuevas criptodivisas como MANA (Decentraland) y Sand (Sanbox) siendo la primera un token de Ethereum y que permite utilizar para pagar terrenos virtuales en la plataforma ‘Decentraland’. Por su parte, Sand es un token que posibilita la realización de transacciones dentro de otra plataforma denominada ‘The Sandbox’. Estos tokens de Metaverso son una suerte de monedas virtuales que permiten completar transacciones digitales dentro del Metaverso.
«Puede ser un boom este año», pero…
Pero, ¿cuál es la mejor opción? ¿Son inversiones arriesgadas, pero con pingües beneficios? ¿O estamos ante instrumentos cada vez más estables? Para Sergio Gualix, fundador y CEO de ‘Oubita’ todo lo relacionado con Metaverso «puede ser un boom este año: están saliendo muchos metaversos y negocios, para enganchar a un público entre 18 y 25 años». Gualix explica que Metaverso no es algo novedoso y ya existía «desde hace mucho tiempo» pero que las grandes tecnológicas han encontrado la forma de monetizar y sacar rentabilidad a este mundo virtual. Sin embargo, el máximo responsable de ‘Oubita’ avisa contra «la volatilidad muy alta» de esta tecnología y apuesta por entrar a través de criptomonedas frente a otras opciones como los ETFs. En este sentido, señala el carácter de largo plazo de este tipo de inversiones.
Por su parte, para Fernández (IEB) todo depende «del nivel de exposición» y apunta que las inversiones «con un retorno alto , por contra, un riesgo más elevado son las criptomonedas y los NFTs (tokens o monedas de pago) del ecosistema del Metaverso». En cambio, este experto añade que si se busca menores riesgos los ETFs (fondos de inversión) son la mejor elección. «Al tener el Metaverso una previsión de crecimiento bastante elevada nos garantizarían un riesgo moderado», concluye este experto.
En concreto, según un estudio de la consultora especializada Grayscale Investements, solo en etercer trimestre de 2021 todo lo relacionado con el Metaverso o la web 3.0 (NFTs, gaming…) captó 1.000 millones de dólares en términos de financiación a través de 14 acuerdos. Solo el gasto en transacciones como la compraventa de terrenos, bienes y servicios virtuales ha alcanzado los 200 millones de dólares.