China tira del carro mundial con el repunte de su comercio exterior
La recuperación del comercio exterior de China es sólida y robusta. Exportaciones e importaciones han mantenido un crecimiento sostenido y favorable para el gigante asiático durante los últimos doce meses. La Administración General de Aduanas publicó un informe donde queda reflejado que, sólo en los cinco primeros meses, la balanza comercial aumentó un 28,2% interanual.
Las exportaciones ganaron terreno al aumentar un 30,1% mientras las importaciones crecieron el 25,9%. El Gobierno de Beijing atribuye estos datos al sistema de prevención y control efectivo de la pandemia que ha permitido reanudar la producción y recuperar el estímulo laboral.
La clave, están convencidos, se encuentra en los esfuerzos conjuntos del gobierno, la industria y las empresas de China. El primero, a la vista de los resultados, ratifica que aplicó las políticas adecuadas a las empresas de comercio exterior que ayudaron a amortiguar el impacto del Covid 19. En simultáneo, el plan de vacunación nacional e internacional favoreció la demanda de productos y artículos de fabricación china, más requeridos al repuntar el índice de prosperidad manufacturera de Estados Unidos y de algunos países de Europa.
De enero a mayo el valor total de las exportaciones de productos mecánicos y eléctricos aumentó un 31,9%, lo que representa cerca del 60% del valor total de las exportaciones chinas. De éstas, sobresale el valor de piezas y automóviles (incluido chasis), que trepó hasta el 95, 8%.
En un ámbito estrictamente tecnológico, las ventas al exterior de los equipos de procesamiento automático de datos y complementos aumentaron un 20,4%.
Las autoridades chinas hacen una lectura más allá de lo comercial de este escenario. El Gobierno entiende que la formidable capacidad de oferta de la industria de comercio exterior de China puede paliar los efectos de la pandemia al proporcionar una gran cantidad de equipos médicos y de protección e incentivar la recuperación económica mundial.
China recuerda su inmensa capacidad para proporcionar productos industriales con alto valor agregado.
En los cinco primeros meses de este año, la balanza comercial del gigante asiático con sus principales socios comerciales, ascendió a un 29,2% con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), un 28,7% con la Unión Europea y al 41,3% con Estados Unidos. En este mismo periodo de tiempo, las importaciones y exportaciones de los países de la “Franja y la Ruta” (Asia, África, Europa y América) sumaron un total de 4,36 billones de yuanes, equivalente a un aumento del 27,4%.
Con estos datos sobre la mesa el peso de China en la cadena industrial global y de suministro es difícil de reemplazar. Las multinacionales conocen el escenario que, a su vez, resulta beneficioso para sus propios intereses.
Los buenos resultados y las perspectivas comerciales son prometedores para todos, pero China es consciente de que la actual situación mundial sigue siendo grave a causa de la pandemia y de que el desafío no ha terminado. Las incertidumbres no son pocas y la geopolítica nunca está libre de sorpresas.
China insiste en el apoyo de la globalización y el multilateralismo con acciones prácticas para recuperar la economía y el comercio mundial.