Casi seis millones de contratos duran menos de una semana
Detrás del aparente brillo de los datos de afiliación y paro presentados la semana pasada por el Ministerio de Trabajo hay una sombría realidad: la precariedad del empleo. A ojos vista, el mercado laboral nacional mejoró con un descenso del número de desempleados (91.518) y la creación de 186.785 empleos. Pero el detalle de esos datos no es tan halagüeño. Nueve de cada diez contratos que se firmaron fueron temporales y los indefinidos retrocedieron un 7,7% en tasa interanual.
De la escasa calidad del empleo da cuenta un dato. En 2018 se firmaron 8,5 millones de contratos temporales con una duración no superior a un mes. De ellos, el 70% (5,95 millones), tenía una duración que no superó la semana, según datos aportados por CC OO en su Informe de Coyuntura Laboral de abril.
Comisiones Obreras asegura que hay un flujo muy elevado de contratos temporales de corta duración que se concentra en un número limitado de empleos muy precarizados. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el año pasado una media de 212.000 personas trabajaron con contratos temporales de una duración inferior a un mes. Cada empleo ligado a contratos de muy corta duración requiere firmar una media de 40 contratos, a razón de 3,3 contratos al mes. Es decir, gran parte de los contratos firmados, el 38%, tiene muy corta duración, igual o inferior a un mes, pero se concentra en un porcentaje minoritario de la población trabajadora. En 2018, sólo el 1,3% de la población asalariada estaba trabajando con contratos de duración inferior a un mes.
Otro dato que pone de manifiesto la alta rotación en la contratación temporal es, según la central sindical, el número de compromisos que los empleados de este tipo deben enlazar para completar un año de trabajo. Mientras que en 2007 eran necesario rubricar 3,8 compromisos, el ejercicio pasado hicieron falta de media 5,5. Así, en 2018, fue necesario que se firmaran 20 millones de contratos temporales para que estuvieran trabajando 3,6 millones de personas asalariadas temporales con un contrato firmado en el último año.
Para CC OO, estos datos de rotación laboral son la «foto real» del empleo que existe en España, «donde se necesitan firmar muchos contratos temporales para consolidar el mismo número de jornadas de trabajo que un empleo indefinido». Sólo el 0,4% de los contratos temporales tiene una duración firmada superior a 12 meses.
El análisis sobre la contratación indefinida que hace el gabinete económico del sindicato también es muy crítico. Según sus datos, tras la reforma laboral de 2012, la rotación también afecta cada vez más a la contratación indefinida, que se ha vuelto menos estable. Para que un empleo indefinido «sobreviva» a final de año se necesitaron firmar 1,6 contratos indefinidos en 2018. Según sus datos, antes de la reforma bastaba con firmar 1,1 o 1,2 contratos. Durante el pasado ejercicio, un 37% de los indefinidos firmados causaron baja, mientras que el 63% restante logró sobrevivir. Sólo el 50% de los contratos indefinidos firmados en 2017 seguían activos al finalizar 2018. «Nunca antes se habían firmado en España tantos contratos “indefinidos” que no han servido para consolidar empleo estable y de calidad», denuncia en su análisis CC OO.
Source: The PPP Economy