Carbonell, 150 años en la cocina de los españoles
«En casa de toda la vida», reza el eslogan de Carbonell. Y así es, ya que este oro líquido ha sido un elemento imprescindible de las cocinas españolas durante años, incluso siglos. El tiempo ha ido transcurriendo, pero el aceite Carbonell se ha mantenido, generación tras generación, convirtiéndose en un verdadero legado que ha pasado de padres a hijos durante los últimos 150 años.
Quién le iba a decir a su fundador, Antonio Carbonell, que la marca que creó en 1866 en Córdoba llegaría a ser centenaria y un toda una institución en la cultura gastronómica española, además de convertirse en todo un referente mundial y en una de las banderas de la «Marca España». No en vano, la compañía está, hoy en día, presente en 43 países y factura anualmente casi 140 millones de euros.
Antonio Carbonell cedió el testigo al frente de la compañía a su hijo Carlos, quien, con tan sólo 22 años, fue el verdadero impulsor y principal artífice de algunos de los grandes logros de la compañía, ya que fue él quien consiguió situarla a principios del siglo XX a la cabeza de las exportaciones de aceite y convertirla en una de la empresas del sector agroalimentario más importante del país. El primero de ellos fue que Carbonell recibió la Medalla de Oro por sus aceites de oliva en la Exposición Universal de Barcelona en 1888. El segundo fue que ganó el concurso internacional convocado por el Almirantazgo británico para la provisión de aceites para su Armada. Este contrato de suministro se mantendría durante más de 30 años, lo que dado el amplio despliegue de la Royal Navy (la mayor flota del planeta por aquella época, en la que el Imperio Británico conoció su máximo esplendor bajo el reinado de la reina Victoria) extendió la marca prácticamente por todos los rincones del mundo.
En 1904 se estableció a la mujer cordobesa como imagen de marca, un hito cargado de simbolismo y que todavía hoy se mantiene como referencia directa a sus orígenes. En 1922, se realizó la compra de sus primeras almazaras para prensar el aceite, con lo que la compañía comenzó su consolidación gracias a la adquisición de numerosas fincas de olivar durante las primeras décadas del siglo XX.
Source: The PPP Economy