Bruselas examina las 70 rutas que amenazan la compra de Air Europa por Iberia
La compra de Air Europa por parte de Iberia ha llegado a un momento determinante. Bruselas ultima la publicación de su informe sobre la operación, y en función de este la operación tomará un rumbo u otro. Fuentes del mercado advierten de que si la Comisión Europea impone unas condiciones draconianas a la compra, los términos de la adquisición deberán volver a revisarse por completo.
En verano, la Comisión Europea ya notificó que había iniciado una investigación para comprobar si la operación podía generar problemas de competencia en un total de 70 rutas. Preocupa, sobre todo, algunas conexiones con Iberoamérica y El Caribe. Destinos en los que tanto Iberia como Air Europa cuentan con una amplia cuota de mercado.
La investigación se publicará antes de noviembre a través de un extenso informe. Y si este es muy ambicioso Iberia intentará acordar con Air Europa una nueva rebaja del precio de adquisición. En un primer momento, la operación se cerró por mil millones de euros, pero tras el estallido de la pandemia y el consecuente deterioro que este tuvo en las cuentas de la aerolínea del grupo Globalia ambas partes pactaron reducir la cuantía a la mitad, a 500 millones.
Ahora se abre la opción de una nueva rebaja. Porque a las condiciones de la Comisión se une el rápido deterioro que está sufriendo Air Europa. Tal y como publicó ABC, el auditor de la compañía, KPMG, advierte en la memoria de las cuentas anuales de 2020 que si en el ejercicio 2021 la sociedad dominante «genera pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social» los accionistas podrán solicitar la celebración de una junta para proceder a la disolución de la sociedad.
El año pasado, Air Europa perdió 427 millones, pese al rescate de 475 millones aprobado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Y en 2021 la aerolínea ha seguido quemando dinero y, pese a estar ya tutelada por la compañía pública, no descarta pedir un segundo rescate que rondaría los 150 millones de euros. Una situación límite que abre la puerta a una nueva negociación de la adquisición.