Bruselas demanda a Alemania por el aire acondicionado de los Mercedes


Tras el escándalo de los motores trucados de Volkswagen, Alemania tiene otro frente abierto en una de las industrias más importantes del país y referentes a nivel mundial. Las miradas ahora están puestas en el fabricante Daimler. Pero no sólo en la compañía, sino en el Ejecutivo alemán por haber permitido que no se aplicara correctamente una directiva sobre sistemas de aire acondicionado, que prohíbe el uso de ciertos gases en los coches. Bruselas denunciará directamente a Alemania ante el Tribunal de Justicia de la UE (TUE) por haber ido en contra de una de las normativas europeas. El fabricante de coches Daimler, entre cuyas marcas figura la emblemática Mercedes, ha comercializado vehículos cuyos aires acondicionados cuentan con gases de efecto invernadero, algo no permitido en la UE.

La Comisión Europea lamenta que el Gobierno alemán haya dejado que el fabricante Daimler infrinja una de las normas que exige a todos los fabricantes de vehículos utilizar un sistema de aire acondicionado con un gas concreto de refrigerante, el R1234yf, menos contaminante que los anteriores y el único autorizado en Europa.

«Alemania no ha adoptado otras medidas contra la concesión de certificados para vehículos que no cumplen y no ha impuesto al fabricante medidas correctivas adecuadas… No ordenó a Daimler que llevase a revisión a los vehículos y que hiciera los ajustes técnicos necesarios», señaló la Comisión en un comunicado.

Las autoridades nacionales tienen la obligación de certificar que los vehículos cumplen todas las normas de la UE en materia de seguridad, medio ambiente y producción, «incluído en sistemas de aires acondicionados, antes de autorizar su entrada en el mercado europeo», agregaba.

La denuncia llega después de haber mantenido contactos con el Ejecutivo alemán y no haber obtenido las respuestas acordadas. Bruselas ha determinado que Berlín no ha hecho nada para impedir que los vehículos salieran al mercado y tampoco tomó ningún tipo de reprimenda contra la compañía. Por ello, en última instancia, ha decidido ir por la vía judicial para asegurar que las reglas europeas se cumplen en todo el territorio y que todas las empresas pueden competir en igualdad de condiciones. La compañía, por su parte, puso en duda el refrigerante que permite la UE y alegó «motivos de seguridad» para no usarlo y seguir utilizando el gas que se había prohibido. Sin embargo, hubo dos organismos de alto nivel, tanto la Oficina Federal de Transportes por Carretera de Alemania como el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC), que rechazaron el argumento de Daimler.

Source: The PPP Economy

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