Barcelona lidera la descarbonización de las actividades portuarias


La descarbonización de la actividad marítima, portuaria y logística da un paso de gigante en Barcelona con el plan Nexigen que impulsa su puerto y que, tras invertir 110 millones de euros en electrificar los muelles, reducirá a la mitad las emisiones contaminantes y de partículas en suspensión en el horizonte del año 2030 para alcanzar la neutralidad en 2050. Parece sencillo que los barcos puedan enchufarse en los muelles para que dejen de usar sus generadores con combustibles fósiles. Pero lograrlo supone un proyecto de ingeniería complejo, que incluye la construcción de una subestación eléctrica por parte de REE y el despliegue de redes de media tensión con 240 kilómetros de cable por el interior de las instalaciones portuarias, además de 20,5 kilómetros de canalizaciones hasta las terminales, incluida una submarina, y la creación de fuentes de alimentación en tierra (OPS en sus siglas en inglés), algunas de ellas portátiles.

Para aunar los esfuerzos, Port de Barcelona encargó hace dos años a la ingeniera Ana Arévalo la misión de liderar la descarbonización de sus instalaciones, como ya lo hacen Vancouver (Canadá) o Los Ángeles (EE.UU.). El primer objetivo es reducir un 38% las toneladas de óxidos de nitrógeno (NOx) y de dióxido de carbono (CO2) que exhalan los buques durante su estancia en los muelles, una medida que redundará en mejorar la calidad del aire de toda el área metropolitana barcelonesa. Las previsiones son desarrollar dos pilotos para las primeras conexiones eléctricas de barcos en la terminal de contenedores BEST de la compañía Hutchison y en la Terminal Ferry de Barcelona entre finales de 2023 y principios de 2024. Además, la electricidad para los barcos será cien por cien renovable, en parte producida en el propio puerto barcelonés.

En contraste con las voces que acusan a los puertos de ser un lobby en contra de la descarbonización de sus actividades, el presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, subraya que «es todo lo contrario, puesto que somos desde los años 90 un agente activo en la descarbonización de la actividad marítima, portuaria y logística». El plan Nexigen se une a la movilidad sostenible adoptada hace tiempo por el Port de Barcelona y que aspira a doblar la actual cuota del 15,5% de transporte ferroviario de mercancías, un porcentaje que le sitúa muy por encima de la media española.

En materia de combustibles para buques, Barcelona también lidera los denominados de transición, como el gas natural licuado (GNL), en tanto se investigan otros que reduzcan la huella de carbono. También Port de Barcelona es ejemplo de economía circular con la gestión de los escombros de las obras que se realizan en toda el área metropolitana, para reutilizarlos como áridos fuera del puerto y, en su interior, para relleno de los nuevos muelles. En cuanto a transición energética, Nexigen abarca la electrificación de los muelles y también la producción de energía procedente de fuentes renovables.

Inversiones

Los primeros 90 millones de fondos propios del Port de Barcelona que se invertirán en Nexigen corresponden a las inversiones para los sistemas OPS que permiten conectar los barcos a la red eléctrica una vez atracados. Los 20 millones adicionales se destinarán al despliegue de una red eléctrica desde la subestación para el puerto y la conexión en alta tensión a la subestación Ronda Litoral de Red Eléctrica y el despliegue de la red de media tensión por todo el recinto portuario.

La compañía Red Eléctrica ya ha confirmado la construcción de la nueva subestación Ronda Litoral, una infraestructura clave de 220 kV que estará ubicada muy cerca del Muelle Príncipe de España, en el lado sur de la Ronda Litoral. El mes de enero se inició también la licitación del proyecto piloto de electrificación del muelle BEST con 6 millones y se prevé adjudicarlo este verano.

Planes piloto y diálogo

El proceso de electrificación es largo porque, entre otras cosas, se ha de construir una subestación. En paralelo, Port de Barcelona desplegará tendido eléctrico de distinta tensión y llevará a cabo dos pruebas piloto en dos muelles para buques portacontenedores y ferris. Todo ello mientras mantiene conversaciones con las navieras y las empresas que operan en las terminales para que también se adapten a los objetivos de la UE de lucha contra el cambio climático, ya que, por ejemplo, ningún ferry actual está preparado para la electrificación y requiere de inversiones por parte de los armadores. «Mediante el diálogo llegaremos a acuerdos con los operadores en un goteo de anexiones con el objetivo de mejorar el planeta», dice Damià Calvet, presidente del Port de Barcelona.

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