Barajas se suma al caos que amenaza a la AENA de Vargas


Por si ya fueran pocos los conflictos laborales que azotan al sector aeroportuario español, los vigilantes de los arcos de seguridad de Prosegur amenazan con abrir otro frente en Barajas. La Asociación de Vigilantes del Aeropuerto de Madrid-Barajas (AVA) ha convocado los días 21 y 22 de septiembre a los trabajadores de Prosegur, compañía subcontratada por AENA en este aeródromo, para que voten si van a la huelga en octubre. UGT y ATES firmaron el 15 de julio un pacto de tres meses con Prosegur, que evitó la convocatoria de huelga en el aeropuerto. Esta nueva asociación, sin embargo, denuncia la «dejadez» de los sindicatos en las negociaciones con la empresa y la formalización de pactos «muy lejos de la realidad» de sus reivindicaciones. El presidente de AVA, José Carlos Almazán, comentó a Efe que el colectivo quiere ser considerado personal cualificado y especializado. Almazán alertó también de que no hay personal y que, por tanto, están «bajo mínimos» en el aeropuerto madrileño en cuanto a los filtros de seguridad. AVA también va a exigir un plus de actividad de 200 euros para todo el personal, unas 600 personas. Otras reivindicaciones atañen a la regulación de las horas extra, incrementos salariales por horas extra, por días festivos, por horario nocturno o siete días de asuntos propios anuales y remunerados.

Según el presidente de AVA, la asociación cuenta con el respaldo de más de la mitad de la plantilla, que es la cuota de confianza en las urnas que necesita los días 21 y 22 de septiembre para poder convocar la huelga.

De convocarse los paros, se sumarían a los ya anunciados por los vigilantes de Eulen en los arcos de seguridad de El Prat a partir del próximo 8 de septiembre y los convocados por Ilunion Seguridad a partir del día 2 en el mismo aeródromo.

Pero la conflictividad laboral podría extenderse a todos los aeropuertos de la red de AENA, que preside José Manuel Vargas. Representantes de los trabajadores de esta compañía y su principal inversor, Enaire, se reunirán hoy con el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, para tratar de que la amenaza de 25 días de huelga lanzada por los sindicatos no se materialice. Los trabajadores exigen mejoras salariales acordes a la buena marcha de la compañía e incrementos de plantilla –450 en el caso de AENA y 250 en el de Enaire– para afrontar el incremento de actividad que se prevé registren los aeropuertos. Aunque la dirección de AENA está de acuerdo con las reivindicaciones, tiene las manos atadas. Tanto Enaire como AENA son empresas públicas y las reclamaciones de sus trabajadores deben ser aprobadas por la Mesa de la Función Pública, dependiente de Hacienda.

Source: The PPP Economy

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