Austria prepara a sus ciudadanos para un posible apagón a gran escala


Hacer acopio de combustible, velas, baterías, conservas y agua potable. Pactar de forma previa con familiares y amigos un punto de encuentro y sentar las bases de una red de cooperación vecinal. Estos son algunos de los consejos del Ministerio de Defensa de Austria a la población ante un posible apagón de electricidad a gran escala que considera podría producirse. Para evitar el caos en tal situación, instruye a los ciudadanos sobre la necesidad de mantener la calma y contar con que no funcionarán los servicios más básicos, al menos durante un tiempo.

«La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo», ha justificado la ministra de Defensa, la conservadora Klaudia Tanner, esta campaña publicitaria, con espacio en los principales medios de comunicación y más de 6.000 carteles. La propia Tanner ha supervisado una serie de maniobras militares e iniciativas de concienciación sobre lo que asegura es «un peligro real, aunque subestimado».

Tanner se basa en informes de riesgo elaborados por el ejército de Austria, que después de una nueva pandemia, consideran un ‘blackout’ como segunda más probable amenaza para la seguridad del país. Así lo afirma el informe anual “Sicher, und Morgen?”, elaborado por un grupo de expertos que tratan de adelantarse a las amenazas. El apagón, explican sus especialistas, podría ser consecuencia de una nueva epidemia global, de un atentado terrorista o de ataques cibernéticos, incluso de un pico de la demanda o una sobrecarga del sistema. «Un ‘blackout’ es una falla de energía a gran escala durante varios días o varias semanas», precisa el Ministerio de Defensa, «todas las redes eléctricas de los países europeos están interconectadas en la red eléctrica europea, de manera que, si hay un apagón, las luces podrían apagarse en toda Europa».

En los últimos informes de seguridad del ejército de Austria, a partir de 2019, el tema del «apagón» ha venido desempeñando un papel cada vez más importante. «Entre los riesgos tecnológicos, el ‘blackout’, un apagón suprarregional y de larga duración, ocupa un lugar destacado», afirma el texto de más de 370 páginas, «en opinión de los expertos, la probabilidad de que esto ocurra en los próximos cinco años es ahora muy alta». Y el Ministerio de Defensa está de acuerdo en que «un apagón es extremadamente peligroso y es necesario preparar a la población para esa eventualidad».

«Por eso recomendamos urgentemente almacenar alimentos, bebidas y medicamentos esenciales en casa durante al menos 10 días. Una despensa bien surtida definitivamente no hace daño en la vida diaria y en una emergencia puede resultar vital», afirma en un comunicado el Ministerio, «en nuestras guías encontrará más consejos y sugerencias sobre cómo prepararse para un apagón que dure varios días, con información concreta sobre generadores de energía móviles, accesorios de generación, suministro de agua y alimentos, sobre cómo cocinar sin electricidad y cómo comunicarse sin electricidad, además de conocimientos básicos sobre primeros auxilios, prevención y médica y seguridad civil en caso de apagón».

Los carteles publicitarios llaman a instruirse sobre «Qué hacer cuando todo se pare» y advierten que un ‘blackout’ conllevaría que semáforos, ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos, internet y muchos otros servicios dejarían de funcionar, exponiendo la fragilidad de un día a día cada vez más digitalizado. Ya en 1989, millones de personas se quedaron a oscuras en Québec, Canadá, debido a una virulenta tormenta solar o geomagnética. Las recientes inundaciones en Alemania, el pasado mes de julio, y hasta el huracán Ignacio, la semana pasada, dejaron durante días a decenas de miles de habitantes sin luz eléctrica. Austria se toma tan en serio este escenario que a partir de 2025 cien de sus principales cuarteles militares serán autosuficientes en el mayor grado posible en términos de energía, combustible, agua potable y alimentos.

El teniente coronel Pierre Kugelweis ha informado que esos cuarteles serían la base de apoyo a organizaciones civiles, como bomberos y sanitarios, que requieran energía y coordinación para su trabajo, en caso de un apagón. «A partir de 2025 debería haber cuarteles autosuficientes en todos los estados federados para garantizar la respuesta del Ejército en caso de apagón, y así dar a organizaciones civiles la oportunidad de ‘recargarse’», ha declarado el oficial. En los últimos 18 meses el Ejército ha realizado varias maniobras en las que se ensayó la respuesta a esa situación y cómo mejorar la coordinación con la policía y otras organizaciones. «Un apagón es una amenaza con un gran impacto en la sociedad. Y es importante que todos los servicios de emergencia, como la policía, las ambulancias o los bomberos, sigan funcionando. En caso de un apagón, la tarea principal de las Fuerzas Armadas es abastecer y apoyar a otras organizaciones de emergencia», ha resumido el militar.

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