Así mejora su vida la radiofrecuencia


En 2012 un joven valenciano, Joaquín Costa, trabajaba en el departamento de marketing de una conocida marca de bebidas energéticas. Aquel verano una de sus tareas fue recorrer algunos de los más potentes festivales de música del país. Allí se dio cuenta de algo: no había ningún tipo de control del aforo de asistentes en aquellos grandes eventos, lo cual tenía múchísimas consecuencias, no sólo para la seguridad, sino en muchos otros aspectos. Nunca se podía saber cuánta gente había dentro cuando actuaba el cabeza de cartel, con qué artista había acudido más gente o cuántas personas asistían para un solo día o para varios.

La fatídica noche del 31 de octubre de aquel año, durante la celebración de Halloween, se produjo la recordada por todos tragedia del Madrid Arena, donde fallecieron cinco chicas. Una de las razones fue el exceso de personas en el recinto. A pesar de aquel desastre, durante el verano de 2013 todo seguía igual en los festivales de música. Aquel fue el «click» para Joaquín y su socio, Javier Juanes. Ambos empezaron a investigar y analizar el comportamiento de los asistentes para poder controlar de alguna manera estos accesos de entrada y salida de los recintos.

Se dieron cuenta de que todo el mundo en estos eventos lleva una pulsera, por lo que estudiaron la manera de añadir un identificador a las mismas. Hoy en día estos «chips» permiten no solamente controlar las entradas y salidas de los asistentes, sino que a estos les permite disfrutar de muchos otros servicios, como el pago por pulsera, acciones de gamificación, o acciones de Social Media Engagement.

Hoy, cinco años después, Joaquín y Javer son socios y propietarios de Casfid, la empresa que surgió a partir de esta idea, pero que ha extendido el uso de la RFID (Identificación por Radiofrencuencia) a muchos otros sectores.

Aunque los eventos musicales representan el 37% de su facturación, también es importante la representación de Enterticket, su firma dedicada a la venta de entradas «on-line», que equivale al 29 por ciento de las ventas de la compañía. Los proyectos de consultoría (16 por ciento), los Congresos y eventos (13 por ciento) y los eventos deportivos (cinco por ciento) son otros sectores en los que la compañía se ha introducido también y va creciendo poco a poco.

Tal y como explican fuentes de la joven firma valenciana, durante estos últimos años el mundo de los eventos lúdicos (musicales, ocio y deporte) se está expandiendo de forma muy importante aunque se espera que durante los próximos ejercicios el sector de los eventos profesionales y formativos (MICE) se desarrolle de forma sustancial pudiendo IDCongress, su firma dedicada a este nicho, alcanzar las cifras de sus homólogos en la vertical de eventos musicales.

El automóvil o el hogar son otros de los ámbitos en los que Casfid está empezando también a trabajar. «Una de las claves del crecimiento de Casfid es lo que llamamos ‘escucha activa’ del mercado y de los clientes», aseguran sus fundadores. De esta manera pueden adelantarse a las necesidades del mercado.

En el sector de la automoción (talleres, concesionarios…), es clave para sus métricas internas saber dónde está el vehículo en cada momento, quién es la última persona que lo ha cogido, el tiempo medio que pasa entre el servicio de chapa y el de limpieza… y muchos más datos útiles para la empresa.

Respecto al sector del hogar, lo que se busca es dar un servicio complementario de comodidad, es decir, que a través de la tecnología RFID se pueda abrir la puerta del garaje sin mando, o que, en un hotel o residencia puedas abrir la puerta con una pulsera que te permita luego poder pagar en el restaurante o la cafetería.

La ventaja competitiva de esta joven empresa que avanza con paso firme es su rapidez y el servicio personalizado al cliente. Su plantilla, aun muy pequeña, cuenta con expertos en tecnología, comunicación, o comercio, pero una cosa les distingue, y es que todos y cada uno de ellos colaboran en todo.

Source: The PPP Economy

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