Apple abre el debate sobre la armonización fiscal en Europa


La multa récord impuesta por Bruselas esta semana al gigante tecnológico Apple supone el inicio de una cruenta batalla. Pero, más allá del largo y tortuoso periplo judicial que se adivina y del daño para la imagen pública de la multinacional de la manzana, se abren numerosos interrogantes sobre la necesidad de una mayor armonización fiscal dentro del club comunitario. Un debate, por otra parte, eterno. Irlanda cuenta con uno de los impuestos de sociedades más bajos de la UE, uno de los principales puntales del antes admirado milagro económico vivido en las últimas décadas por el definido como tigre celta. Un gigante con pies de barro tras el estallido de la burbuja y la petición de rescate europeo en 2010 que, sin embargo, no conllevó la exigencia por parte de los socios europeos del alza de este tributo ante la necesidad de más ingresos.

Georgios Petropoulos, investigador del «think tank» Bruegel, con sede en Bruselas, considera que es necesaria una «mayor coordinación entre la presión fiscal y los incentivos de los diferentes capitales. Deberíamos movernos en la dirección de una mayor unión fiscal que, sin embargo, tenga en cuenta las diferentes características de los Estados miembros». Un cascabel al gato que no parece fácil de poner. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, recordó que esta multa de 13.000 millones de euros no estaba poniendo en cuestión la soberanía fiscal de los Estados sino las ayudas de Estado ilegales.

La Comisión Europea exige a Irlanda la recuperación de los impuestos impagados por parte de Apple, no porque el Impuesto de Sociedades esté situado en el 12,5% sino porque, según el Ejecutivo comunitario, la multinacional, gracias a un ejercicio de ingeniería financiera ilegal amparado por Dublín a través de los acuerdos fiscales ad hoc («tax rulings» en inglés) –Apple pagó por los ingresos generados tan sólo un 1% en 2003– consiguió ir reduciendo paulatinamente esta cantidad hasta el 0,005 en 2014. Unos números, que por otra parte, el directo ejecutivo de la multinacional, Tim Cook, niega y los tacha de «basura política».

A pesar de esto, Petropoulos considera que un «mínimo armonizado de Impuesto de Sociedades hubiese hecho más difícil para Irlanda poner en marcha un acuerdo de este tipo». Hellen Miller, directora asociada del Instituto de Estudios Fiscales, con sede en Londres, apunta a la dificultad de llegar a un acuerdo de este tipo entre los Estados miembros (se necesita la unanimidad en temas fiscales), ya que daría lugar a «perdedores y ganadores» y cree que el debate ahora debería centrarse en la definición de ayudas de Estado ilegales.

Source: The PPP Economy

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