Algoritmos y realidad virtual para entrenar la oratoria


La glosofobia es el miedo a hablar en público. En España, el 80% de la población sufre de ansiedad y nerviosismo a la hora de tener que expresarse ante desconocidos. Un temor que ha resultado ser un factor diferenciador en el mundo laboral. Para resolver este problema, ha surgido Chiara, un proyecto que toma como modelo de entrenamiento «los mismos simuladores que utilizan los pilotos en Estados Unidos», ofreciendo al alumno las herramientas innovadoras necesarias para entrenar esta habilidad.

El simulador de esta startup incorpora tres tecnologías nuevas cuya fundadora y CEO, Soraya del Portillo, consideró necesarias para que los alumnos mejorasen su capacidad de influencia ante una audiencia. En primer lugar, la realidad virtual, «que hace que la persona se sienta realmente delante de una audiencia, sienta esos nervios, esa tensión…». También entra en juego, la inteligencia artificial, «capaz de analizar los más de 40 indicadores que evalúan y miden los ‘skill’ de hablar en público, como lo son el rango tonal, la pronunciación, la intensidad, el ritmo que empleas, el volumen, la positividad, las coletillas, las muletillas, los silencios…». Y, como tercer factor tecnológico, interviene el procesamiento del lenguaje natural y la descomposición del sonido.

«Con esta información medida de forma objetiva, el algoritmo genera un ‘feedback’ totalmente personalizado para el alumno, que le va a decir qué es lo que ha hecho, cómo lo ha hecho, y lo que es más importante, le va a dar ‘tips’, consejos, y planes de acción, para que él mejore su capacidad de comunicar, de influir y en definitiva, de llegar a la gente», explica Del Portillo.

En estos momentos existen cinco «tipos de Chiara», cada uno destinado a un público concreto: Master, Light, Conference, Legal y University. La venta está disponible en dieciséis países en español (con variaciones como el español de Perú, de Chile, México o Colombia) e inglés, aunque este año, la startup lanzará la versión en francés de la mano del despacho de abogados Lefebvre, después de haber sido seleccionada como la única startup española a la que van a acelerar en el programa ‘Speed Light’.

La idea de Chiara surgió en 2015, pero no llegó al mercado hasta tres años después. Desde ese momento, «tanto durante los diez meses del 2018, como el 2019, 2020 y 2021, hemos cerrado los cuatro años, con una facturación de casi medio millón de euros». Y fue precisamente medio millón de euros la inversión que supuso desarrollar el producto, lo que significa, que el «break even» se alcanzó en tan solo diez meses. Ahora, por primera vez, Chiara ha abierto una ronda de inversión (de dos millones de euros) que planea cerrar antes de que finalice el año.

Source: Noticias

GrupoUnetcom