Alemania facilita la supervivencia a los vehículos diésel
Reajustes técnicos para los modelos más antiguos y bonificaciones para cambiar de coche en las ciudades más contaminadas son las dos medidas que incluye el plan de mínimos presentado ayer por el Gobierno alemán para reducir la contaminación de los vehículos diésel sin tener que restringir el tráfico en las grandes ciudades. Un acuerdo que llega después de largas jornadas de negociación y que, además de no contar con la plena aceptación de la industria automotriz germana, ha sumido en la duda a muchos conductores.
De hecho, el programa se limita por el momento a catorce ciudades alemanas –como Múnich, Colonia o Hamburgo–, donde la contaminación del aire supera los 50 miligramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico, aunque los principales interrogantes recaen en el reajuste técnico de los vehículos o en las bonificaciones para los usuarios que residan en esas catorce ciudades, de tal forma que el texto presentado por el Gobierno abre a los propietarios de viejos diésel la posibilidad de modificar el coche a expensas del fabricante, o de cambiarlo por uno nuevo o de segunda mano, con una prima variable según las marcas.
Los fabricantes de automóviles, que desde el principio se han mostrado más aferrados a esta última posibilidad, han criticado la opción de la actualización, por considerarla costosa. En esta línea, el grupo automovilístico alemán Volkswagen fue el primero en anunciar primas de hasta 5.000 euros para que los clientes cambien en Alemania su vehículo de motor diésel viejo por otro más moderno y menos contaminante. Daimler, por su parte, está abierto a valorar la idea, pero ha admitido que se centrará en las bonificaciones por cambiar de coche, que serán de hasta 5.000 euros, según confirmó ayer el ministro de Transportes germano, Andreas Scheuer.
Asimismo, Renault, el único fabricante no alemán que se ha manifestado sobre el tema, anunció que ofrecerá a los propietarios de antiguos coches diésel en el país un incentivo de 10.000 euros para que los renueven. La posición común de los fabricantes es que solo una minoría de los clientes se decantará por las actualizaciones por encima de un intercambio bonificado. Hay cerca de nueve millones de coches diésel circulando en Alemania sin último estándar de contaminación.
Source: The PPP Economy