
Adiós definitivo a la peseta: un coleccionista récord, tiendas para la nostalgia y una moneda hecha arte
«Mira, las monedas de cuando mamá era pequeña», explica una joven a un niño de unos 10 años que mira con perplejidad un puñado de duros y pesetas extendido sobre el mostrador. Para él son piezas de metal sin valor, aunque sus padres, a su edad, seguro que se hubiesen lanzado, por lo menos, sobre la de 25 pesetas, tope de la cuerda de miles de peonzas. Pero para los españoles, volver a pagar con ‘rubias’ es abrir un baúl de recuerdos. Bien lo sabe Fernando Losada, dueño de la papelería madrileña que lleva su apellido, uno de los poquísimos comercios que esta semana todavía permitía a sus clientes comprar con la última moneda española, en curso legal desde octubre… Ver Más
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