Abengoa prevé resurgir con 4.383 millones menos de deuda


La nueva Abengoa nacerá con 4.383 millones menos de lastre. Eso si se cumple el plan de reestructuración presentado ayer por la empresa sevillana. Para que esto ocurra deberá confirmarse la inyección de nuevo capital y el canje del 70% de la antigua deuda por participaciones en la nueva sociedad, que claramente se centrará en actividades vinculadas al sector de la energía y en la construcción.

Con este plan, presentado ayer ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los nuevos prestamistas tomarán aproximadamente un 55% de participación de la sociedad reestructurada, mientras que la banca acreedora dispondrá de un 35% de la nueva sociedad, los bonistas se harán con el 5% de la compañía y el otro 5% quedará en manos de la familia Benjumea, fundadores de la empresa, y otros antiguos accionistas y socios.

De alcanzarse estos objetivos, se lograría una inyección de capital de unos 1.500 millones de euros por parte de los nuevos accionistas y otros 800 millones de los bonistas, que sumados a la reestructuración del 70% de la deuda afectada (9.306,2 millones de euros) permitirían dejar la deuda de la sociedad saliente en 4.923 millones de euros. Es decir, la nueva Abengoa renacería con un 47,09% menos de deuda.

Para empezar, la firma de ingeniería anunció ayer que está próxima a cerrar una línea de liquidez de entre 135 y 140 millones de euros para afrontar pagos urgentes como los gastos corrientes y las nóminas de sus 24.306 trabajadores, repartidos por todo el mundo. Esta inyección de crédito, que ya se ultima con los fondos tenedores de bonos, se empezó a negociar el pasado mes de enero, pero el desacuerdo en cuanto al tipo de interés y las garantías lo habían ido retrasando, complicando así las necesidades de caja de la compañía, lo que llevó incluso a un retraso en el pago de las nóminas de febrero.

Según la legislación, el plan necesita el apoyo de los titulares del 75% de su deuda para salir del preconcurso de acreedores, en el que la empresa se encuentra desde noviembre del pasado año, una condición que tendría que cumplir antes del 28 de marzo. Sin embargo, La empresa de ingeniería y energía prevé solicitar al juzgado de lo mercantil número dos de Sevilla una ampliación del plazo de presentación del acuerdo definitivo de reestructuración para evitar el concurso de acreedores, que finaliza el próximo 28 de marzo. Según explicaron ayer fuentes de Abengoa, esta solicitud de prórroga se articulará en forma de acuerdo «standstill» o de no agresión, por el que empresa y acreedores se comprometen a no denunciar los eventuales incumplimientos financieros.

Esta posibilidad requiere, en una primera fase, el apoyo de los dueños de, al menos, el 60% de la deuda, para lo que se abrirá un plazo de adhesiones del 18 al 27 de marzo. El mismo 27 de marzo, el auditor tendrá que verificar que las adhesiones alcanzan el 60% y, de ser así, un día después se presentará formalmente la solicitud al juzgado. De esta manera, la compañía empezará a trabajar en su reestructuración mientras completa los requisitos legales y logra el resto de adhesiones, hasta alcanzar el 75% de la deuda, algo que su presidente, Antonio Fornieles, espera culminar a finales de abril.

Entre las adhesiones previstas figura una inyección de 1.500 millones en un plazo máximo de cinco años, aportada principalmente (unos 1.000 millones) por fondos con los que ya están avanzadas las negociaciones, como Attestor Capital, Centerbridge, De Shaw Group, Elliott Management, KKR Credit, OAK Hill Advisors y Vrde.

Abengoa no prevé un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en sus cuentas hasta 2017, cuando registre un saldo de unos 20 millones. Para este ejercicio, estima un Ebitda negativo de 244 millones de euros. En el horizonte de los próximos cinco años, el grupo de ingeniería y energías renovables prevé situar sus ingresos en 4.206 millones de euros y su cifra de Ebitda en 274 millones de euros para el año 2020. El grupo estima que la nueva Abengoa, que deberá también nombrar un nuevo presidente y un nuevo consejero delegado de acuerdo con su nueva estructura accionarial, tendrá un valor de unos 5.395 millones de euros.

El grupo cuenta hasta ahora con el respaldo del 40% de sus acreedores: los bancos acreedores –el llamado G-7, reducido a G-6 después de que Banco Sabadell se desprendiera de su deuda en la compañía– y un grupo destacado de bonistas.

Source: The PPP Economy

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