Abanca compra la filial española de Novo Banco


Abanca ha cerrado la operación de compra de la filial española de Novo Banco, el emblema financiero de Portugal que salió a flote después de la quiebra del Espírito Santo.

Ya se han recibido en la entidad gallega las autorizaciones pertinentes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, como también del Ministerio de Asuntos Económicos.

Así se ha completado la sexta transacción corporativa que protagoniza Abanca desde 2014. Igualmente, se refuerza su posición, especialmente en el radio de acción de Madrid.

Por la parte de la firma que adquiere, estamparon su rúbrica el presidente, Juan Carlos Escotet, y su consejero delegado, Francisco Botas. En cuanto a Novo Banco, se distinguió Antonio Ramalho, también consejero delegado.

El resultado es que Abanca acumula ya 107.000 millones de euros de volumen de negocio e integra desde ya el negocio de la división española de la empresa lusa. Incluso las oficinas de San Sebastián, Santander, Granada, Pamplona o Gijón albergarán un rincón diferenciado para facilitar los movimientos de los clientes que se incorporan.

Se da la circunstancia de que, en 2018, Abanca se hizo con la dimensión española de Caixa Geral de Depósitos, puesto que su interacción con Portugal no deja de crecer.

Han transcurrido solo dos años desde que la entidad compradora se lanzara de lleno a la conquista del mercado portugués, comenzando por la red lusa de Deutsche Bank.

De esta forma, la firma gallega se convirtió en la décima del sector del país vecino después de una decidida apuesta por la banca privada, la banca de empresas, los seguros y la banca digital.

Nada más asentarse en Lisboa, arrancó la marca española con una cartera de 79.000 clientes, entre particulares y empresas.

La entidad presidida por Juan Carlos Escotet se dotó de una estructura en Portugal encabezada por Pedro Pimenta.

Es el segmento de la inversión el que más permite a la firma gallega erigirse en un polo financiero con creciente proyección. Así, se ha hecho fuerte en el terreno de la comercialización de fondos internacionales (con una cuota de mercado del 35% nada más cruzar la frontera).

El motivo de la expansión de Abanca en dirección a Portugal no es otro que sumarse a la explotación de la elevada potencialidad financiera desarrollada desde Lisboa en los últimos años. Se trata de un socio necesario en el mercado ibérico y con unos indicadores económicos relativamente saneados. En conjunto, se refrenda el buen momento de la entidad.

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