Tregua sindical a Fomento antes de paralizar los aeropuertos
La esperada reunión para desatascar el conflicto en los aeropuertos españoles se celebró finalmente ayer. De momento, no habrá huelga. Los sindicatos no se atreven a dar el paso definitivo y aún creen que existe «margen para la negociación», pese a que no lograron alcanzar un acuerdo con AENA, Enaire y el Ministerio de Fomento, representado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, tras cerca de cuatro horas de reunión. La amenaza de paros en los aeropuertos españoles en la red presidida por el cuestionado José Manuel Vargas estaba presente incluso antes de la anterior cita mantenida entre Estado, empresa y sindicatos, el pasado 29 de agosto.
El objetivo de las organizaciones sindicales UGT, CC OO y USO si no escuchaban sus reivindicaciones era realizar paros de 24 horas durante 25 días, espaciados en cuatro meses. Todas las partes coincidieron al terminar la anterior reunión en que existía una voluntad común de llegar a un acuerdo, aunque éste no llegó a buen puerto.
El representante de UGT, Raúl Gómez, reconoció que «se han producido avances, aunque no hay nada cerrado, y la semana que viene vamos a continuar trabajando en ello y vamos a ver cómo concluyen en la parte social y en la empresa las gestiones que ha hecho el secretario de Estado». En este sentido, indicó que si se llega a un acuerdo, «perfecto para todas las partes», pero si no, «habrá una convocatoria de huelga», informa Servimedia. «Venía con la convocatoria de huelga hecha, pero, sinceramente, se han producido avances», subrayó Gómez.
En la anterior mesa de negociación, el incremento de la plantilla en AENA y Enaire, la subida salarial, las condiciones de trabajo y la prórroga hasta 2021 del convenio vigente entre ambas empresas fueron las cuestiones que trasladaron los sindicatos al Gobierno. La llave para desatascar la situación la tenía Hacienda. Desde un primer momento, las dos empresas públicas, AENA y Enaire, estaban de acuerdo con las reclamaciones sindicales pero están sometidas a la autorización de Hacienda en estas materias. AENA sigue siendo una empresa pública, pues el 51% de su capital está controlado por Enaire, sociedad 100% estatal. Un hipotético aumento salarial y de plantilla no tendría impacto en las cuentas públicas. Ambas empresas se financian de forma autónoma.
De hecho, AENA y Enaire trasladron al ministerio de Cristóbal Montoro la conveniencia de incrementar las plantillas por encima de la tasa de reposición, con objeto de dotar al gestor aeroportuario y al de navegación aérea del «capital humano adecuado» para atender los retos de los próximos años.
En caso de convocarse, la huelga afectaría a alrededor de 11.000 trabajadores de áreas como operaciones y mantenimiento, navegación aérea, administrativos o señaleros, entre otros.
Source: The PPP Economy