Cada trabajador está 42 días de baja al año


A medida que se consolida la recuperación económica, el absentismo laboral no para de crecer. Y lo hace incluso por encima del ritmo de creación de empleo y del consiguiente aumento de la población protegida. Según las últimas estadísticas recabadas por las mutuas de accidentes de trabajo, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, a cierre de mayo de este año se produjeron en España 2,055 millones de procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes –las llamadas bajas por enfermedad–, lo que representa un 4,14% más que en el mismo periodo de 2016.

Mayor protección

Paralelamente, la población protegida media creció en ese periodo un 3,55%, hasta los 16,5 millones de trabajadores. Pero las estadísticas revelan que no sólo está aumentando el absentismo, sino también la duración media de las bajas laborales registradas en nuestro país.

La suma de todas ellas pone de manifiesto que en España cada trabajador permanece de media 41,63 días fuera del ámbito laboral por causa de una enfermedad, frente a los 39,30 días de media registrados en mayo del año anterior, lo que supone un 5,9% de tiempo más. Estos datos engloban tanto al colectivo de autónomos como a las personas que trabajan por cuenta ajena o se acogen a otro tipo de regímenes laborales.

Si se desglosan por tipo de trabajador, los autónomos cogen menos bajas –9,56 por cada mil trabajadores, frente a 24,61 del resto– pero de más tiempo. Según los datos, la duración media de las bajas entre estos últimos en el conjunto del sistema se dispara hasta los 91,09 días, frente a los 87,42 días del año anterior, un 4,2% más. Si se exceptúa a los autónomos, la duración de la baja media pasa de los 35,25 días de 2016 a los 37,66 días de este año, un 6,84% más. Las estadísticas revelan otro hecho llamativo: en el colectivo de trabajadores sujetos al control de las mutuas de accidentes de trabajo, la duración media de la baja es de 38,96 días. Cuando el control lo realiza directamente la Seguridad Social, la baja se eleva a los 51,24 días, un 31,52% más de tiempo. Se trata de un dato que no oscila en el tiempo y que han utilizado históricamente las mutuas para reclamar a la Administración un mayor papel en el control de los procesos, a la vista de las pérdidas que ocasionan para las empresas y para las propias arcas públicas este tipo de bajas laborales.

Precisamente, el capítulo de prestaciones económicas por este tipo de incapacidad con cargo a las propias mutuas y a las entidades gestoras de la Seguridad Social se ha disparado, ascendiendo hasta los 1.742 millones de euros en los cinco primeros meses del año. Esta cifra es un 8,15% superior a la contabilizada en 2016. El motivo es, principalmente, el incremento de la duración de los procesos. Como ya informó este periódico, durante todo el año pasado la Seguridad Social y las mutuas gastaron 5.970 millones de euros, al dispararse los costes un 16,27% y el número de casos otro 16% con respecto a 2015.

Además, al cierre de mayo de 2017, el coste económico por trabajador afiliado por las prestaciones económicas derivadas de la incapacidad temporal por este tipo de contingencias se ha elevado un 4,4% de media. Dicho coste se financia con cargo a las cotizaciones por contingencias comunes que pagan a la Seguridad Social los empresarios y trabajadores –un 84% y un 16%, respectivamente, del 28,30% de la base reguladora por contingencias comunes– y los trabajadores autónomos.

Source: The PPP Economy

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