Planes de pensiones, listos para la jubilación


Tan sólo uno de cada tres españoles ha comenzado a ahorrar para la jubilación. Así lo revela la III Encuesta sobre Jubilación y y Ahorro elaborada por BBVA. Y es que, pese a que el 46% de los españoles consigue ahorrar parte de los ingresos de su hogar, tan sólo el 32% los hacen pensando en la vejez. La aportación media a planes de pensiones es de 1.375 euros anuales, y el 76% de los partícipes contribuye cada año con menos de 300 euros, según datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

Pese a todo, los españoles son conscientes de la necesidad de atesorar euros suficientes para complementar su pensión pública –el 89% de los encuestados así lo reconoce–. La evolución de la curva demográfica, que muestra un progresivo envejecimiento de la población, unido a un endurecimiento de los requisitos para acceder a una prestación pública, obligan a pensar un «plan b» si se quiera asegurar, no ya una vejez dorada, sino digna.

El final de año está a la vuelta de la esquina. Es, precisamente, en este periodo donde se concentran las aportaciones a estos instrumentos de ahorro. Por ello, las distintas entidades financieras ponen en marcha agresivas campañas comerciales, y ofrecen remuneraciones y regalos por los traspasos. Todo un clásico de la temporada otoño-invierno. Desde VidaCaixa, la compañía líder en planes de pensiones en nuestro país, con una cuota de mercado que en los nueves primeros meses del año alcanzó el 21,2%, recomiendan a todos aquellos interesados en contratar o traspasar un plan que se asesoren adecuadamente. «Lo primero que hay que hacer es obtener información de la pensión pública que se recibirá al finalizar la etapa laboral, y hacer una reflexión sobre qué necesidades se pueden tener en el momento de la jubilación. Tras este análisis, lo más conveniente es informarse de la tipología de productos y opciones de ahorro que ofrece el marcado», explica José Antonio Iglesias, subdirector general de clientes y oferta de VidaCaixa.

Aparte de la necesidad de ahorrar para tener las espaldas bien cubiertas en el futuro, si algo tienen de atractivo estos instrumentos es, sin duda, su ventajoso tratamiento fiscal. Después de que el Gobierno eliminara la deducción por vivienda habitual, salvo contadas excepciones como donativos o las inversiones en negocios incipientes, los planes han quedado prácticamente como los únicos productos que permiten desgravaciones, es decir, reducen la cantidad de dinero que el contribuyente tiene que pagar al fisco o permiten incrementar el importe de la devolución de Hacienda. Además, se trata de los productos que más cuantía de dinero dejan desgravarse, ya que la deducción se efectúa sobre la base imponible, y no sobre la cuota, como sucede, por ejemplo, en el caso de la deducción por vivienda. A partir de esta campaña, como consecuencia de la entrada en vigor de la reforma fiscal, su tratamiento fiscal varía. Su deducción en la base imponible del IRPF pasa de un máximo de 10.000 euros, y de 12.500 para los mayores de 50 años, a 8.000 euros con carácter general, independientemente de la edad del partícipe. También hay cambios en los referente a liquidez, quizá el principal inconveniente de estos productos, puesto que no se puede disponer del dinero hasta la fecha de jubilación, a excepción de fallecimiento del titular, enfermedad o desempleo de larga duración. Con la reforma tributaria, los derechos correspondientes a las aportaciones realizadas desde el 1 de enero de 2015 se podrán «rescatar» a los 10 años a partir de 2025.

Manuel Álvarez, director del Observatorio de Pensiones de Caser, considera que si bien la reforma introduce algunos cambios que podrían incentivar el ahorro, resulta aún tímida e insuficiente para impulsar el ahorro finalista. «Los ahorradores necesitan mayor estabilidad en la normativa fiscal de los productos de ahorro para la jubilación», señala.

No obstante, no se trata de una exención fiscal, sino de un diferimiento, ya que se deberán satisfacer los correspondientes impuestos una vez se recupere el dinero. Por éso, en VidaCaixa insisten en que, independientemente de la tributación de los productos en cada momento, lo más importante es ahorrar de forma constante y sistemática, porque esa es la mejor garantía de asegurarse una buena situación económica futura. «La última reforma fiscal no ha incidido en la elaboración y el diseño de nuestra campaña de este año, la cual se ha enfocado en un mensaje que refuerza la necesidad de tener una pensión planificada», añade José Antonio Iglesias.

Source: The PPP Economy

GrupoUnetcom