
Los estibadores no perderán ni un euro con la huelga
En las horas impares de hoy, el miércoles, el viernes y de los días 19, 21 y 23 de junio, y 48 horas ininterrumpidas desde las ocho de la mañana del día 14 hasta la misma hora del día 16. Así serán los paros de los estibadores. Un sistema de protestas que, esgrimen desde el sector, a los que hará daño realmente es a las empresas y a las terminales, pero no a los trabajadores, que apenas perderán dinero. A los empleados que secundan una huelga se les descuenta del salario la parte proporcional del día no trabajado más la de la retribución semanal y las pagas extras. Según cálculos de KPMG, como norma general un día de huelga implica el descuento de 1,4 días de sueldo. En el caso de los estibadores, en las dos semanas con huelgas alternas no perderán dinero. Al parar sólo la mitad de sus horas de trabajo y en días alternos, pueden doblar turno al día siguiente de la huelga y recuperar el dinero, lamentan los empresarios. Sólo en las dos jornadas de 48 horas de paros programadas entre los días 14 y 16 no podrán practicar este sistema.
Al Ministerio de Fomento, más que el hecho del dinero que dejen o no de ganar los estibadores, lo que le preocupa es el efecto que las protestas alternas tendrán en el tráfico de los puertos. «El problema es que un barco no se va a estar dos días en un puerto esperando a que descarguen su mercancía porque a la naviera le cuesta mucho dinero, por lo que muchos podrían optar por marcharse a otros puertos», explican desde el ministerio. Como expone el departamento de Íñigo de la Serna en la justificación de los servicios mínimos que ha fijado para la huelga, los paros en horas alternas hacen que su efecto se extienda «mucho más allá del mero cese del 50% de la actividad diaria», dada la complejidad tecnológica para poner en marcha los medios de carga y descarga y la imposibilidad de interrumpir determinadas operaciones, que puede llevar a que ni siquiera se inicien». Fomento ha fijado unos servicios mínimos del 100% para productos perecederos, peligrosos, para el tráfico mixto –pasajeros y carga– y para abastecimiento, asistencia sanitaria y suministros básicos de Ceuta, Melilla y las islas Canarias y Baleares. Para el resto de actividades, solicita que los servicios de estiba «garanticen un rendimiento no inferior al 50% del promedio del año natural anterior en una jornada comparable por horario, tipo de mercancía y terminal».
Para asegurarse de que estos servicios mínimos se cumplen, el Ministerio de Fomento ha constituido un comité interministerial para seguir el desarrollo de la huelga. El comité se activará a las 8:00 horas de hoy y contará con representantes de los ministerios de Presidencia, Interior y Economía, además de Fomento.
Los estibadores activaron el calendario de paros el pasado jueves tras levantarse de la mesa de negociación y acusar a la patronal (Anesco) de incumplir el preacuerdo que, según entendían ellos, ambas partes habían acordado sobre la garantía del empleo el pasado 22 de mayo. Mientras que los sindicatos demandan a las empresas un convenio colectivo único para todos los puertos del país, la patronal quiere que la situación se analice y formalice de forma individualizada para cada instalación. El decreto ley que liberaliza el sector de la estiba que convalidó el Congreso de los Diputados el pasado 18 de mayo abrió la puerta a la posibilidad de convenios puerto a puerto. Las grandes empresas del sector lo consideran la solución ideal para sus intereses. No sólo les permite adaptar las plantillas a las necesidades específicas de cada puerto sino que entienden que debilita a los sindicatos al dividir y limitar los intereses de los trabajadores a su propio centro de producción.
En el caso de que ambas partes logren un acuerdo sobre la garantía del empleo, los estibadores están dispuestos a asumir un ajuste no traumático mediante prejubilaciones voluntarias con las ayudas del Gobierno de los más veteranos, bajar un 10% los sueldos más altos y pactar cambios en el sistema de trabajo y los turnos que mejoren la eficiencia en los puertos.
Source: The PPP Economy