La OCDE eleve al 2,5% la previsión de crecimiento para España en 2017
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado dos décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2017, hasta el 2,5 %, lo que coincide con el pronóstico del Gobierno.
Para 2018 augura un avance del PIB del 2,2 %, dos décimas por debajo del cálculo gubernamental.
En el informe “Estudios económicos de la OCDE: España 2017”, el organismo explica que la demanda interna va a seguir liderando la recuperación ya que aportará 2,2 puntos porcentuales del crecimiento de este año.
“Está previsto que el consumo privado mantenga su firmeza gracias a la continua mejora del empleo, a medida que las reformas aplicadas en años anteriores continúen dando sus frutos”, dice la OCDE, que eleva una décima el avance del consumo privado en 2017, hasta el 2,2 %, aunque recorta en tres décimas el crecimiento del consumo público, al 0,9 %.
Respecto al empleo, mantiene que crecerá un 2,4 % este año, aunque rebaja en dos décimas la tasa de desempleo, hasta el 17,5 %, mientras que en 2018 la creación de puestos de trabajo aumentará el 1,9 % y la tasa de paro disminuirá al 16,1 %.
El déficit público lo sitúa en el 3,4 % del PIB al cierre de 2017, lo que supondría un desvío de tres décimas respecto al objetivo comprometido con Bruselas, en tanto que para la deuda púbica augura un repunte de tres décimas, hasta el 99,6 % del PIB.
Tampoco cree que se cumpla el objetivo de déficit del 2,2 % para 2018, ya que prevé que se reduzca al 2,8 %.
La OCDE explica que el mantenimiento de unas Ãondiciones financieras favorables propiciará un mayor repunte de la inversión empresarial y en vivienda en estos dos años, en tanto que el aumento de las exportaciones se moderará por la debilidad en los mercados de exportación y un “anémico” comercio mundial.
La inflación también aumentará, pero cree que las presiones serán moderadas debido a la persistencia de un alto desempleo, con lo que prevé una tasa media del 1,9 % para este año y del 1,8 % para el próximo.
Asimismo, el mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables debería ampliar el incipiente repunte de la inversión empresarial y en vivienda, mientras que el esperado incremento de las presiones inflacionistas debería ser moderado debido al elevado desempleo.
En este sentido, la OCDE pronostica que la tasa de paro de España bajará este año al 17,5% desde el 19,6% de 2016, mientras que en 2018 se situará en el 16,1%, mejorando en dos y tres décimas respectivamente sus anteriores previsiones para 2017 y 2018.
A este respecto, la OCDE prevé que el crecimiento de la economía española descenderá ligeramente este año y el siguiente a medida que se ralentice el ritmo de crecimiento de la demanda interna y pierdan intensidad algunos factores que han contribuido a impulsar el consumo, como los bajos precios del petróleo y el descenso de los impuestos.
Asimismo, la institución aprecia riesgos procedentes tanto de factores externos como internos, incluyendo las dificultades que puede encontrar un Gobierno en minoría para legislar “las reformas de calado necesarias para impulsar el crecimiento de manera sostenible”.
Además, la OCDE advierte de que una ralentización del comercio mundial podría minar aún más las exportaciones, que han sido un motor importante de la recuperación, especialmente si España pierde competitividad a nivel internacional, mientras que la organización considera “moderada” la exposición de España al ‘Brexit’. INCUMPLIMIENTO DEL DEFICIT.
En cuanto a los objetivos de déficit pactados con Bruselas, los nuevos pronósticos de la OCDE auguran un incumplimiento de dichas metas, ya que el desequilibrio negativo de las cuentas públicas previsto para 2017 será del 3,4%, frente al objetivo del 3,1%, mientras que para el año que viene se situará en el 2,8%, frente a la meta del 2,2%.
Por otro lado, el informe subraya la disminución de vulnerabilidades financieras de España por la mayor solidez del sector bancario y el menor endeudamiento privado, aunque advierte del elevado ratio de deuda pública de España, así como del significativo saldo neto negativo de la posición inversora internacional española.
En este sentido, las nuevas previsiones de la OCDE apuntan a un endeudamiento bruto del Gobierno del 99,6% del PIB en 2017 y del 99,4% en 2018, después de cerrar el pasado ejercicio en el 99,3%.
Según las simulaciones realizadas por la organización en función de las previsiones oficiales, la ratio de deuda pública de España se moderaría de forma progresiva hasta el 94% del PIB para 2030.
Sin embargo, en un escenario más positivo en el que la inflación aumentase en 0,5 puntos porcentuales y el PIB registrara un incremento real superior de 1 punto porcentual por año a partir de 2019, la ratio de deuda podría caer hasta el 79% en 2030, mientras que podría elevarse hasta el 110% del PIB en un escenario adverso en el que los tipos de interés subieran un punto porcentual a partir de 2019.
Source: The PPP Economy